México sufre de la peor ola de calor de toda su historia, gran parte de los Estados se encuentran entre los 30 ºC hasta los 45 ºC. Si bien es cierto, estas brutales temperaturas se deben al fenómeno del niño por el que atraviesa nuestro planeta, también es cierto que el cambio climático resulta un factor determinante.
Con base en la Secretaría de Salud se han registrado por lo menos 100 casos de golpe de calor y 8 defunciones asociadas a las temperaturas extremas que golpean a nuestro país.[i] Las estadísticas del gobierno mexicano no aclaran cuántos hombres y mujeres han sido víctimas de este fenómeno. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas las afirma que las mujeres, niñas, personas adultas y particularmente aquellas que pertenecen a comunidades indígenas, afrodescendientes y otros grupos vulnerables se encuentra mayormente expuestas a resentir los efectos nocivos del aumento de la temperatura global y de los otros fenómenos hidrometeorológicos provocados y exacerbados por el cambio climático.[ii]
Impactos diferenciados
Las relaciones entre hombres y mujeres son desiguales y por ello, dichas personas tienen impactos diferenciados frente al cambio climático, colocando en una situación de vulnerabilidad y desventaja a estas últimas. Un ejemplo es que las mujeres a nivel mundial reciben menos apoyos y financiamiento para desarrollar actividades agrícolas, forestales y pesca (10% del total).[iii] Esto es importante, ya que hoy en día los programas de financiamiento y desarrollo sustentable del Gobierno Federal se anuncian, básicamente, a través de las páginas y portales de Internet oficiales. Sin embargo, 68% de las mujeres que vive en alguna población rural no tiene acceso a Internet o no sabe utilizar las tecnologías de la información.[iv]
De igual forma, esto impacta directamente cuando los fenómenos del cambio climático amenazan la vida o impactan los hogares de las mujeres, pues si bien, la televisión abierta y la radio alertan sobre los fenómenos hidrometeorológicos para prevenir a la población. Lo cierto, es que el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático (ANVCC) sólo está publicado en la página de internet de algunas dependencias del gobierno federal.[v] Esto impide que las mujeres conozcan la situación y vulnerabilidad presente y futura frente al cambio climático, además de que algunos programas de reubicación para personas en situación de riesgo frente a desastres ambientales sólo se encuentran en internet.[vi]
Además de ello, frente a las sequías, las mujeres que históricamente deben acarrear el agua y lavar la ropa están obligadas a recorrer distancias más largas, exponiéndose a ataques sexuales y a dejar su la escuela para cumplir con las tareas del hogar.[vii]
En este sentido, el género, la brecha digital y el cambio climático juegan un papel determinante para mantener a las mujeres y niñas en una situación precaria y de mayor vulnerabilidad frente a los fenómenos hidrometeorológicos extremos.
La marea verde y la igualdad de género
Con base en las Naciones Unidas “si todas las pequeñas agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos, el rendimiento de sus explotaciones aumentaría entre un 20% y un 30%, entre 100 y 150 millones de personas dejarían de pasar hambre y las emisiones de dióxido de carbono podrían reducirse en 2,1 gigatoneladas de aquí a 2050 gracias a la mejora de las prácticas agrícolas.”
Además, se debe incluir a las mujeres en la toma de decisiones, en materia de cambio climático en la elaboración, revisión, actualización y modificación de las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. En este sentido la acción climática y las políticas deben ser sensibles al género enfocándose en tres áreas centrales: 1) gobernanza eficaz, 2) planificación inclusiva y 3) marcos políticos integrados[viii].
Por ejemplo, en las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC), ya que estas contienen las metas para cumplir con el Acuerdo de París y mantener la temperatura del planeta por debajo de los 2 ºC y de preferencia de los 1.5 ºC en relación con los niveles preindustriales. Sumado al hecho, que las NDC ordenan la creación de planes y medidas de adaptación para las personas en situación de mayor vulnerabilidad frente al cambio climático.
Ya existen diversos ejemplos, como Chile, Camboya, Líbano, Uganda, Uruguay, Sudáfrica, Zimbabue y otros países que han involucrado directamente consejos consultivos, institutos y órganos para la equidad de género con el fin de revisar, actualizar y modificar sus NDC y l políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. Esto puede ser una solución, para dar un enfoque transversal e interseccional a dichas políticas. Sin embargo, lo cierto es que el desarrollo sustentable, la justicia social y climática no puede ser una realidad sin la igualdad de género y la presencia del movimiento feminista y la marea verde en la región.
[i] Secretaría de Salud. Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/832353/TNE_2023_SE23.pdf
[ii] UN Women, What does gender equality have to do with climate change?, February 28, 2023. https://www.unwomen.org/en/news-stories/explainer/2022/02/explainer-how-gender-inequality-and-climate-change-are-interconnected
[iii] Ídem.
[iv] http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/BA7N04%20VOBO_15072021.pdf
[v] SEMARNAT e INEEC, ¿Qué es el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático o ANVCC?, https://atlasvulnerabilidad.inecc.gob.mx/
[vi] SEDATU. REGLAS de Operación del Programa Nacional de Reconstrucción, para el ejercicio fiscal 2023., publicadas en el DOF el 30 de diciembre de 2022. https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5676239&fecha=30/12/2022#gsc.tab=0
[vii] UN Women, What does gender equality have to do with climate change?, Op. Cit.
[viii] UN Climate Chane. Introduction to Gender and Climate Change. https://unfccc.int/gender