El INE sí se toca, se reforma y se transforma

Toda la base ideológica que sostiene que el INE es sinónimo de democracia y transparencia, ha sido perpetuada por actores políticos que se han valido de esta institución para legitimar fraudes electorales, violar la ley de consulta y participación ciudadana y enriquecerse a costa del pueblo para beneficio de quienes aspiran a puestos de elección popular en todo el país y durante todos los sexenios.

El Instituto Federal Electoral se creó con fines de dar imparcialidad a los procesos electorales, al tiempo que validaba el fraude electoral que impuso a uno de los presidentes de México, más cuestionados y odiados: Carlos Salinas de Gortari. Priísta, además. Su creación distó mucho de los fines que en apariencia se perseguían.  A partir de ello, este Instituto ha fungido como cómplice y autor de otros dos fraudes electorales que arrebataron la victoria a Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012. 

Por sus arcas han desfilado personajes como Emilio Chuayffet Chemor, recordado por su capítulo en la historia de la matanza de Acteal y como Secretario de Educación Pública cuando desaparecieron los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa; Luis Carlos Ugalde, a quien se le reclama haber consentido el fraude de 2006 cuando lo mexicanos salimos a la calle a exigir Voto x voto, casilla x casilla; y quien pasará a la historia por haber llenado sus bolsillos y degustado los más finos cortes y vinos a costa del erario, pero además, a quien nunca ha hecho nada por respetar la autonomía de las autoridades de los pueblos indígenas mediante su representación política, sino por el contrario, se burlaba de la nación chichimeca aludiendo “las crónicas marcianas vividas en el INE […] está de pánico acabamos muy divertidos o acabamos en el psiquiatra”: Lorenzo Córdoba.

Y es que no hay forma de defender la democracia estando de lado de PRI, quien permaneció en el poder durante más de 70 años, comparado esto con una dictadura que no le apostó a la democracia, sino que la uso en nombre del más grande desfalco y estafa de la historia de México. No hay forma de defender la democracia marchando con sus dirigentes como Alito Moreno a quien se le acusa de coacción de voto, de fraude y enriquecimiento ilícito; de Osorio Chong a quien se señala por el desvío de 2 mil millones de pesos; de Elba Esther Gordillo, la lideresa sindical a quien se le atribuye el retraso educativo de más de 30 años en nuestro país; o de Vicente Fox, quien fue el primer presidente de alternancia, pero  los problemas que se dieron en el territorio zapatista de Chiapas. 

Todos los partidos políticos, hasta ahora, han sacado provecho económico mediante prebendas, y es lo que defienden. Los partidos, los afiliados y los acarreados que marcharon el día de ayer, defienden un sistema inoperante de supuesta democracia, donde existen 500 diputados con sueldos muy por encima de la media en México, marchan por que no están a favor de las consultas populares, pues para ellos solo importa tu opinión si tienes dinero, cuentas bancarias y tienes estudios de educación superior que solo te otorga el privilegio, mucho mejor si es escuela privada, en la que no te adoctrinan con la inclusión forzada.

¿Por qué no están a favor de la reducción del número de consejeros, que pasará de 11 a 7 y ahorrará los sueldos de sus asesores que tienen una percepción mensual de 722 mil pesos, que además resulta ofensivo para los mexicanos que trabajan más de 8 horas y en ocasiones no ganan el mínimo? ¿Por qué no están a favor de que se elimine el financiamiento público a campañas electorales de los partidos políticos que terminan como lonas para tapar el sol de animales domésticos, propaganda tirada en las alcantarillas o pintas grafiteadas y olvidadas? ¿Será que ni siquiera han entendido cada una de las propuestas, pero siguen temiendo en que podamos convertirnos en Venezuela o Cuba, como si no fueran países con pueblos dignos y en pie de lucha que han padecido el bloqueo imperialista impuesto desde gobiernos neoliberales, sobre todo en materia política y electoral? Siendo así, estamos de acuerdo en que no queremos ser intervenidos por mandatarios que le apuestan a la guerra en nombre de la libertad. 

Lamentablemente el INE que existe no desaparecerá, aunque seguirá siendo autónomo. Es lamentable porque una institución que a lo largo de la historia será recordado por legitimar fraudes electorales, desviar recursos, operar discrecionalmente el presupuesto y negarse a hacer consultas ciudadanas, debería desaparecer para dar paso a una nueva institución que garantice el efectivo cumplimiento de la democracia a través de la participación ciudadana, comunitaria y popular. #Sialareformaelectoral