De como el Salario rosa es una farsa rosa: manipulación y amenazas

Las palabras "Salario Rosa" se escucharon por primera vez en 2017 durante la campaña electoral de Alfredo del Mazo cuando, inclusive, entregaban "tarjetas" a las mexiquenses, con la promesa de que una vez que consiguieran el triunfo se iban a activar.

Este programa del Estado de México denominado formalmente como "Programa de Desarrollo Social Familias Fuertes Salario Rosa", tiene como objetivo el "contribuir a elevar el ingreso económico de las mujeres de 18 a 59 años de edad que habitan en el Estado de México, que se encuentren en condición de pobreza, se dediquen al trabajo del hogar y no perciban remuneración". Esto a través de transferencias monetarias, supuesta capacitación y desarrollo comunitario.

Sin embargo, la realidad operativa dista de lo plasmado en sus Reglas de Operación.

Es importante aclarar que el Salario Rosa no está concebido como un derecho social de carácter universal; es, en cambio, un programa focalizado que busca atender a un porcentaje de la población, y que está sujeto a la disponibilidad presupuestal, por lo que no existe garantía de un pago mensual y constante.

Además, mediante este programa es que el priísmo logró crear una estructura a modo de red que, so pretexto del trabajo comunitario, realiza acciones políticas y de apoyo al gobernador Del Mazo y al PRI. Sumado a ello, se les asigna a las beneficiarias la tarea de buscar a más mujeres que quieran formar parte del Salario Rosa con la condición de su lealtad política. Es decir, se utiliza la necesidad de las mujeres mexiquenses más pobres para sacar su raja política y movilizarlas electoralmente. ¡Cínicos! 

Actualmente, el programa estrella de la administración priísta del Edomex dota de dos mil 400 pesos bimestrales, que se depositan en las denominadas "Tarjetas Rosas", y cuenta con un padrón de 700 mil mujeres mexiquenses, sin embargo, en la entidad viven más de siete millones de mujeres mayores de edad, por lo que durante el gobierno de Del Mazo se ha beneficiado únicamente a un 10 por ciento del total de mujeres.

La estructura operativa de este programa consiste en coordinadores regionales y operativos, promotoras, enlaces y gestoras sociales (beneficiarias), quienes, como mencioné previamente, tienen como labor reclutar a más personas.

El Salario Rosa es un programa que violenta la dignidad de las mexiquenses más pobres, ya que busca reproducir las condiciones de vida y desigualdades de quienes se dedican a los cuidados, y no fomenta la igualdad en las relaciones de familia. Asimismo, condiciona la entrega de los apoyos y amenaza a las beneficiarias de mantenerse "con la camiseta" del partido tricolor en el poder.

Así, este programa es la joya de la corona de la visión del PRI respecto a sus políticas públicas, programas y acciones de gobierno en los que el centro y principal objetivo es la manipulación y coptación política.

Las y los mexiquenses merecen una salida del túnel de casi 100 años priísta, y merecen que los programas sean vistos desde un enfoque de derechos y no de manejos chuecos. Lo que se viene en dos semanas para las y los habitantes del Estado de México sin duda alguna será una elección, decisión y lección de dignidad.