Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron un ataque con armas de largo alcance y drones contra instalaciones de infraestructura energética de Ucrania, la mañana de este 25 de diciembre con más de 70 misiles y más de 100 drones explosivos dirigidos contra su sistema energético, declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, los objetivos fueron las ciudades de Járkov, Dnepr, Kremenchug y Krivoi Rog, en donde “el objetivo del ataque fue logrado”, informó mediante un comunicado.
La Policía Nacional ucraniana reportó que al menos una persona falleció en los ataques registrados en la región oriental de Dnipropetrovsk, mientras que seis más resultaron heridas en Járkiv, ubicada a menos de 32 kilómetros de la frontera con Rusia. Además, se informó que el ataque provocó daños en edificios residenciales y otras infraestructuras civiles.
El grupo DTEK, uno de los principales proveedores de energía en Ucrania, denunció daños graves en sus plantas térmicas derivado de los ataques. Este ha sido el decimotercer ataque masivo a las infraestructuras energéticas del país en lo que va del año. El director general de DTEK, Maxim Timchenko, condenó la acción, calificándola de "depravada y malvada" y solicitó más apoyo de defensas aéreas para proteger a Ucrania de futuras agresiones.
El ministro de Energía, Germán Galushchenko, declaró que las autoridades ucranianas están tomando medidas para "limitar el consumo" y reducir el impacto de los ataques. Además, recordó que este es un acto más de agresión por parte de Rusia contra un país que, desde 2023, celebra su Navidad el 25 de diciembre, siguiendo el calendario occidental, en lugar del calendario juliano tradicional de la Iglesia ortodoxa rusa, que lo celebra el 7 de enero.
Rusia, por su parte, anunció que el domingo 22 de diciembre había interceptado 59 drones ucranianos en su territorio, causando algunos daños materiales menores en regiones fronterizas como Belgorod y Voronezh, un acto que desató la respuesta del dirigente ruso, Vladimir Putin, quien prometió a Ucrania aún más "destrucción".