La doctora, sexóloga, feminista, y fundadora de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductivos (SHSSR), Sandra Peniche Quintal, falleció a la edad de 67 años el pasado 14 de diciembre en Yucatán, tras una semana de hospitalización.
De acuerdo con medios estatales, Peniche Quintal fue víctima de múltiples amenazas e intimidaciones por su labor social en pro de los de los derechos sexuales y reproductivos.
Originaria de Mérida, Yucatán, Peniche Quintal abrió la primera clínica en Latinoamérica para realizar abortos, donde además se brinda atención sexual y reproductiva, lo anterior provocó el rechazo por un sector de la población, incluso, al punto de recibir amenazas de muerte.
Estudio en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yucatán, especializándose en psiquiatría, sin embargo, tras ingresar al Hospital Psiquiátrico Yucatán, explicó que esta práctica “perjudica porque el enfoque es totalmente patriarcal y a las mujeres les va muy mal […] una puede terminar en el hospital psiquiátrico porque algún médico le dio la gana, así de violento”, señaló en una entrevista para un medio local.
Posteriormente estudió en el Instituto Mexicano de Sexología, también partició en proyectos sociales y colaboro en la organización feminista, Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), enfocada en la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres.
Fue presidenta de la Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal (UNASSE), la cual proporciona desde 1987 atención integral a todos los sectores de la sociedad, particularmente a los más desprotegidos.
En 2002 creó el “Condontrici”, el cual era un vehículo con ruedas que llevaba información sobre el uso correcto del condón a todas las plazas de Mérida; en 2011 organizó el festival “Penetón”, el cual tiene la finalidad de enseñar la función y anatomía del pene a través de juegos de feria mexica.
En 2018, tras un intento de homicidio, la activista solicitó las medidas de seguridad del Mecanismo Nacional de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, adscrita a la Secretaría de Gobernación (SEGOB).
En abril de 2020 fue acusada por continuar ofreciendo servicio de abortos durante la pandemia por la COVID-19, sin embargo, la doctora aseguró que la actividad realizada en la cínica era esencial, además de que contaba con todas las medidas sanitarias correspondientes.
“Insisto en que la mejor forma de prevenir esta problemática es educando y hablando abiertamente con los adolescentes sobre su sexualidad y la manera de prevenir el embarazo, así como poner a su alcance métodos de barrera como el condón masculino, el cual debe de dejar de ser visto con prejuicio en las escuelas”, en referencia a la iniciativa de Ley en el Congreso Local para penalizar el aborto.