Nayib Armando Bukele Ortez nació en San Salvador el 24 de julio de 1981. El político y empresario salvadoreño ostenta el cargo de presidente constitucional de El Salvador desde el 1 de junio de 2019 en donde ganó las elecciones por primera vez con una ventaja de más del 50% votos válidos evitando así una segunda vuelta electoral.
Bukele Ortez resultó ganador por segunda ocasión consecutiva este 4 febrero de 2024, por lo que iniciará un segundo mandato por 5 años al frente de la presidencia de El Salvador. Meses previo a este proceso, el mandatario solicitó licencia nombrando a Claudia Rodríguez de Guevara como presidenta interina.
Nayib Bukele es el presidente número 60 de la República de El Salvador y se autodefinía hasta finales de 2023 en su cuenta de “X” como “el dictador más cool del mundo mundial”. Esto porque se volvió internacionalmente conocido en febrero de 2020 cuando ocupó con militares y policías fuertemente armados la sede del Congreso de este país para presionar a los diputados a que le aprobaran un préstamo de 109 millones de dólares para combatir la inseguridad.
La comunidad internacional ha calificado las acciones de Bukele como “autoritarismo”, esto debido a la militarización que ha comandado en el territorio, así como el impulso a proyectos para expandir las cárceles, el orden extremo. En contraparte, estas acciones han sido la principal razón de su popularidad en El Salvador.
Bukele inició su carrera política en 2012 cuando fue elegido alcalde de Nuevo Cuscatlán por el partido izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). En su gestión como alcalde, el mandatario salvadoreño se caracterizó por su enfoque pragmático y su uso innovador de las redes sociales para comunicarse con los ciudadanos.
Bajo su mandato, Bukele ha instaurado políticas de acción directa en contra de grupos generadores de violencia en El Salvador entre los que destacan grupos “pandilleros” conocidos como “maras” quienes históricamente se habían presentado como una fuerza criminal entre el ambiente popular.
Al respecto de ello, una de sus medidas más polémicas fue la creación de una “megacárcel” para miembros de las pandillas que asolan El Salvador.