En la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas en Francia, que dejó al Nuevo Frente Popular (NFP) con 182 escaños en la Asamblea Nacional, seguido por Ensemble, el partido de Macron, con 168 lugares, y el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen quedó en tercer lugar con 143 escaños.
Tras estos resultados, Jean-Luc Mélenchon, exigió a Emmanuel Macron colocar al NFP a la cabeza del Gobierno y advirtió que la agenda económica de su partido político será indisoluble y se aplicará de manera inmediata por decreto.
"Las lecciones de esta votación no tienen apelación. La derrota del presidente de la república y de su coalición queda confirmada claramente. El presidente debe inclinarse y admitir esta derrota. El primer ministro [Gabriel Attal] debe irse. De hecho, nunca tuvo la confianza de la Asamblea Nacional. Ahora que ha liderado la campaña de su partido, ha recibido un voto de desconfianza popular masivo. El presidente tiene el poder y el deber de llamar al NFP a la cabeza del Gobierno", declaró Mélenchon.
El líder del NFP aseguró que no entrará en negociaciones con Renacimiento, el partido de Emmanuel Macron, “después de haber compartido desde hace siete años su política de maltrato social y de inacción ecológica".
En ese sentido Mélenchon prometió que su programa económico será indisoluble y entrará en vigor a partir de este verano por decreto sin votación:
“El adelanto de la edad de jubilación a los 60 años, el bloqueo de los precios, el aumento del salario mínimo, la convocación de conferencias salariales por ramas, el plan de gestión del agua y la moratoria sobre las grandes obras inútiles", prometió Mélenchon.
La gestión económica de Macron levantó un descontento popular generalizado, el Instituto Nacional de Estadística (INSEE, por sus siglas en francés) reportó en 2023 un déficit público del 5,5% y el PIB sólo creció un 0,9% el año pasado.
En enero de 2024 miles de agricultores franceses cerraron las carreteras de las principales ciudades galas como protesta por los bajos salarios, la presión de los impuestos contra las granjas como medidas de cuidado medioambiental, la eliminación de exenciones de impuestos al combustible para maquinarias y la importación de productos.
Por si fuera poco, el Gobierno de Macron enfrenta una factura de 9 mil millones de euros por realizar los Juegos Olímpicos de París 2024, más otros 1.500 millones de dólares, que significó un ambicioso proyecto de limpieza del Sena, en París, que busca restaurar la calidad del agua para que se lleven a cabo competencias en el río, donde se prohibió la natación desde 1923 por los niveles de contaminación.
El nivel de descontento con la gestión de Macron fue tanto, que en redes sociales se impulsó la campaña #jechiedanslaseinele23juin, una campaña que invitaba a defecar en el Sena días antes de que Anne Hidalgo, alcaldesa de París, y Emmanuel Macron, se bañaran en el río para demostrar que los trabajos multimillonarios de limpieza del Sena habían surtido efectos, el baño en el Sena fue pospuesto por Hidalgo para mediados de julio.