El Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha dado un paso histórico hacia la soberanía tecnológica con el lanzamiento de la Misión Ixtli, un proyecto estratégico para desarrollar y poner en órbita la primera constelación de satélites diseñada y fabricada íntegramente en el país. Este esfuerzo, coordinado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM), cuenta con la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
La Misión Ixtli, cuyo nombre significa "ojos para ver" en náhuatl, tiene como objetivo principal reducir la dependencia de datos satelitales extranjeros y posicionar a México como un actor relevante en la economía espacial global. La constelación estará compuesta por cuatro satélites CubeSat en órbita baja (LEO), diseñados para monitorear el territorio nacional con aplicaciones clave en la gestión de incendios forestales, sanidad de cultivos, monitoreo de especies, prevención de deslizamientos y fortalecimiento de la seguridad nacional.
Iniciado en diciembre de 2024, el proyecto ha avanzado significativamente en 2025, con simulaciones orbitales, análisis de riesgos y el desarrollo del modelo de ingeniería del primer satélite. Se planea lanzar un nanosatélite de prueba en un plazo de cuatro años como paso inicial hacia la constelación completa. Según José Francisco Valdés Galicia, coordinador del Programa Espacial Universitario (PEU) de la UNAM, esta misión representa “un esfuerzo sin precedentes para revertir la dependencia tecnológica extranjera y generar datos propios que fortalezcan la toma de decisiones en México”.
La Misión Ixtli se enmarca en una estrategia más amplia para consolidar el ecosistema espacial mexicano. Proyectos previos, como el nanosatélite KuauhtliSAT de la UNAM y pruebas exitosas de módulos CubeSat con la NASA, han sentado las bases para este plan. Con un presupuesto inicial de aproximadamente 100 millones de pesos en 2025, el proyecto no solo busca innovación científica, sino también el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas en el país.