El medio estadounidense The New York Times presentó este 27 de diciembre una demanda contra OpenAI y Microsoft por presuntamente violar los derechos de autor al utilizar textos para desarrollar los servicios de información llamados chatbots, incluyendo ChatGPT.
De acuerdo con el documento, presentado este miércoles en el Tribunal Federal de Distrito de Manhattan, Nueva York, Estados Unidos, las empresas habrían robado millones de artículos con los que entrenaron a sus inteligencias artificiales y servicios para generar textos para los usuarios.
La práctica en la que un programa extrae datos, texto e imágenes de sitios web para aprender de ellos es conocida como scraping y no otorga ningún reconocimiento o remuneración a los autores de dichos contenidos.
Esta práctica ha sido denunciada por periodistas, creadores de contenido, así como escritores y actores, por no respetar los derechos de autor, ya que se estaría generando contenido a partir de sus trabajos sin remuneración.
La demanda presentada por The New York Times es la primera en su clase, ya que no se había admitido este tipo de recursos por parte de un medio contra estas prácticas.
"El uso ilegal del trabajo del Times por parte de los demandados para crear productos de inteligencia artificial que compitan con él amenaza la capacidad del Times para brindar ese servicio", declara el diario estadounidense en la demanda.
Este recurso legal no surge de la noche a la mañana, ya que, a principio de años, tanto The New York Times como otros medios de información tomaron medidas para evitar el análisis y rastreo de sus sitios por parte de chatbots como lo son OpenAI y GPTBot entre otros, además de que el demandante ya se habría acercado a las empresas tratando de alcanzar un acuerdo de remuneración previo a la demanda.
The New York Times asegura que los textos generados por las inteligencias artificiales de las empresas pueden “generar resultados que recitan el contenido del Times textualmente”, además de que “imitan el estilo expresivo” de los artículos del medio de Estados Unidos.
Este caso no es el primero que se tiene registrado de medios de información contra gigantes de la tecnología, ya que en Australia se logró legislar el uso de contenido informativo por parte de las empresas encargadas de redes sociales para difusión otorgando remuneración a los autores originales.