La disponibilidad de agua podría disminuir hasta un tercio por habitante en México, de acuerdo con datos del Banco Mundial, en el país el promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos en 1960 a 4 mil en 2012, y se estima que para 2030 descienda a 3 mil metros cúbicos por habitante, de acuerdo al diagnóstico más reciente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El norte y el centro de México son las regiones más afectadas del país en cuanto a la escasez de agua al enfrentar un incremento de la temperatura media anual entre 1.2 y 2.4 grados centígrados en el periodo de 2000 a 2020, aunado a la variación de las lluvias y la insuficiencia de óptimo sistema de presas.
Respecto al desabasto del agua, el Instituto destaca que éste es producido principalmente por el aumento de la población, la sobreexplotación y contaminación de acuíferos, así como el incremento e intensidad de sequías.
Para procurar un abasto equitativo y sostenible del agua en todo el país, de acuerdo con el reporte del IMCO, es necesario actualizar los marcos legales y regulatorios que rigen el manejo del agua, así como modernizar la infraestructura hidráulica del país que garantice el acceso y saneamiento de agua para el consumo personal, doméstico, agrícola e industrial.