Cumple 20 años la invasión de Estados Unidos a Irak, la cual dejó 550 mil personas muertas

Este 20 de marzo del 2023 se cumplieron 20 años de la invasión de Estados Unidos a Irak, la cual derivó en una guerra en el país asiático, lo que provocó más de 550 mil muertes y siete millones de personas desplazadas. 

Aquel 20 de marzo de 2003 el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, hacía público el mensaje donde indicaba que el entonces presidente de Irak, Sadam Hussein, debía abandonar ese país sino quería que se diera una un conflicto bélico entre ambas naciones, sin embargo, tras la negativa del mandatario Irakí, el mismo expresidente norteamericano ordenó enviar más de 100 mil tropas armadas para invadir el país asiático.

El expresidente estadounidense señaló que tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 en contra de las Torres Gemelas de Nueva York y los ataques al Pentágono, era necesario que se desarmara a Irak, pues, según el expresidente, sus armas ponían en riesgo a otros países de sufrir ataques terroristas. 

De esta manera, la coalición liderada por Estados Unidos, junto a otros países aliados como Reino Unido y España, promovió la invasión a Irak. La primera ciudad que resultó afectada fue Bagdad, la capital del país que gobernaba Sadam Hussein, ya que los primeros misiles lanzados impactaron en aquella entidad.

Datos indican que la invasión de Estados Unidos en Irak dejo más de 550 mil personas muertas y otros cientos de miles quedaron con daños secundarios debido a los ataques armados. Asimismo, se registró que siete millones de personas fueron desplazadas del país de Medio Oriente.

En cuanto a los datos económicos para Estados Unidos, el costo de esos ataques durante la invasión a Irak fue de más de tres billones de dólares. Tras 20 años de aquella invasión, diferentes políticos y militares estadounidenses recuerdan que esa guerra fue un desastre, pues señalan que debería ser borrada de la memoria colectiva.

El expresidente, George Bush; el vicepresidente, Dick Cheney; el secretario de Estado, Colin Powell; la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice; junto con líderes de la cúpula política demócrata, incluso, el entonces senador Joe Biden; promovieron la invasión como una respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, a pesar de que Irak no tenían nada que ver con las fuerzas ultraderechistas musulmanas de Osama Bin Laden.

Cabe recordar que años después Wikileaks, bajo la dirección de Julian Assange, difundió que el gobierno de George Bush presuntamente tuvo cómplices bipartidistas en el Congreso para aprobar la invasión a Irak. Asimismo, las revelaciones de Wikileaks indicaron que diversos medios de comunicación de Estados Unidos encubrieron el desastre que se provocó en el país asiático. 

Los datos revelados por la organización de Julian Assange, indican que también se encubrieron crímenes de guerra que incluyeron la tortura y el asesinato de civiles, también de reporteros, lo cual se conoció gracias al trabajo de periodistas.

Las revelaciones de Wikileaks, señalan que la invasión norteamericana a Irak, la cual tuvo una duración de siete años, se sostuvo en pruebas falsas de que se fabricaban armas de destrucción masiva en el país árabe, estas pruebas se utilizaron en foros oficiales de Washington y ante la Organización de Naciones Unidas.

El historiador militar estadounidense, Andrew Bacevich, apuntó en la revista Foreign Affairs, que cuando Irak fue liberado por Estados Unidos, “quedó devastado” y calificó el conflicto de un desastre. “La guerra en Irak, que dio inicio hace 20 años, representa la cumbre de la temeridad militar estadunidense solo después de la guerra de Vietnam”.

Por su parte el reportero, Spencer Ackerman, escribió en la revista The Nation que “no todo fue un fracaso, pues la guerra fue mejor para las empresas petroleras occidentales”. 

Y es que según Ackerman “en 2008 se dio a conocer que el Departamento de Estado de Estados Unidos guio al gobierno iraquí para otorgar concesiones no competitivas a las riquezas petroleras del país a ExxonMobil, BP, Chevron y Total”.

Asimismo, Spencer Ackerman recordó que Alan Greenspan, expresidente del banco central estadunidense, la Reserva Federal, escribió en sus memorias que la guerra de Irak se trató de petróleo en gran parte.

El veterano militar herido en Irak, Tomas Young, escribió una carta dirigida a George Bush y Dick Cheney cuando se cumplieron 10 años de la invasión, donde mencionó que casi a ningún político le importan las heridas físicas y mentales que sufrieron los que enviaron a invadir ese país, y destacó: “fuimos usados, fuimos traicionados, y hemos sido abandonados... espero que sean enjuiciados… y que antes de que terminen sus tiempos en la tierra, como está ocurriendo conmigo; que encuentren la fortaleza de carácter para presentarse ante el público estadunidense y el mundo, y en particular ante el pueblo iraquí, y rogar ser perdonados”. Tomas Young murió poco después de haber escrito este texto.