Mexicana de Aviación, la aerolínea que volvió a alzar el vuelo el 26 de diciembre del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles al Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, en Tulum, Quintana Roo, fue rescatada por el Estado mexicano en agosto de 2023, luego de que en 2010 cerró sus operaciones por problemas financieros y en 2014 se declarara abiertamente en bancarrota.
La aerolínea fue fundada en 1921 por Lody A. Winship, Elmer Hammond, Harry Lawson e Ignacio S. Szymanski, lo que hizo que fuera la primera aerolínea mexicana y la tercera a nivel mundial. En la década de 1960, el ingeniero Crescencio Ballesteros, Manuel Sosa de la Vega y otros inversionistas nacionales lograron que la empresa fuera cien por ciento de capital nacional.
En 1980 fue nacionalizada por el gobierno de José López Portillo y perteneció a Cintra, empresa estatal que poseía las acciones de aerolíneas como Mexicana, Aeroméxico, Aerocaribe, entre otras, junto con capital privado. En 2005, el gobierno de Vicente Fox privatizó Mexicana de Aviación y se la vendió a Grupo Posadas, en aquel momento de Gastón Azcárraga Tamayo.
El empresario adquirió las acciones estatales sobre Mexicana por 165.5 millones de dólares, cuando estaba valuada en mil 456 millones, menos del 11% de su valor, por lo que fue esta operación fue calificada como por un “regalo” de Vicente Fox a Azcárraga Tamayo, presuntamente por apoyar electoralmente al Partido Acción Nacional (PAN).
Una de las primeras acciones de Azcárraga Tamayo al frente de Mexicana de Aviación fue “reestructurar los fondos” de los trabajadores para, supuestamente, ponerlos en un fondo de inversión, pero realmente se usaron para otras operaciones financieras. Además, Azcárraga Tamayo hizo transferencias de Mexicana a otras de corporaciones de Grupo Posadas. De ahí que se acusó al empresario de “saquear” Mexicana.
Estas operaciones generaron problemas financieros en la histórica aerolínea mexicana, que se agravaron por la pandemia de influenza del 2009, por lo que solicitó un préstamo de mil millones de pesos.
En 2010, Mexicana entró en conflicto con los trabajadores por intentar reducir sus condiciones laborales, mientras que la empresa suspendió operaciones y entró en concurso mercantil y en 2014 finalmente se declaró en quiebra.
En 2011, los trabajadores del sindicato de Mexicana denunciaron a Azcárraga Tamayo por operaciones fraudulentas y dar información falsa a inversionistas, por lo que la Procuraduría General de la República emitió una orden de captura en 2014. Desde entonces el empresario se encuentra prófugo en Estados Unidos.