Se llevó a cabo la primera ronda de votaciones para elegir al presidente de Turquía, donde el actual mandatario, Recep Tayyip Erdogan, lleva la delantera para ser reelegido, seguido por Kemal Kiliçdaroglu, representante socialdemócrata de la alianza de seis partidos de la oposición.
Con cerca del 98% de las boletas contabilizadas, Erdogan logró el 49.34% de los votos, mientras que Kiliçdaroglu el 44.99%, al no superar ninguno de los dos el 50% requerido por la legislación interna turca para ocupar el cargo, será necesario una segunda jornada electoral a celebrarse el próximo 28 de mayo.
Durante su mandato como primer ministro, Erdogan llevó a cabo una serie de reformas económicas y sociales que modernizaron Turquía y mejoraron su posición en la escena internacional. Sin embargo, también fue criticado por su enfoque autoritario y su represión de la oposición política y la libertad de prensa. En 2014, Erdogan fue elegido presidente de Turquía. Durante su presidencia, ha seguido enfrentando críticas por su manejo de los derechos humanos y su acercamiento a regímenes autoritarios como el de Rusia.
Erdogan es un político muy influyente en Turquía y en la región, y ha sido un actor clave en la política internacional.
El gobierno de Erdogan adoptó una política exterior cada vez más controvertida, lo que lo llevó a tener tensiones con otros países, especialmente con los Estados Unidos y algunos países europeos.
La intervención militar de Turquía en Siria y su acercamiento a países como Rusia han sido criticados por algunos como una desviación de los valores y objetivos de la OTAN y la Unión Europea. Además, la compra de sistemas de defensa aérea rusos ha llevado a la exclusión de Turquía del programa F-35 de los Estados Unidos, lo que ha generado críticas y preocupaciones sobre la seguridad de la OTAN.
Ha sido un defensor de los derechos de los musulmanes en todo el mundo, y ha desempeñado un papel activo en la crisis siria.
Kiliçdaroglu es un político socialdemócrata elegido como el séptimo líder del Partido Republicano del Pueblo, en 2009 fue candidato a la alcaldía de la ciudad turca de Estambul, la cual perdió con el 37% de los votos.
Se convirtió en líder de su Partido en 2010, con el apoyo de 77 de los 81 representantes y posteriormente logrando el triunfo con el voto unánime de los miembros del Partido.
Tras años de luchas entre la oposición en Turquía, se decidió hacer un frente común para quitar del poder a Erdogan, convirtiéndose en el candidato electo de la llamada “Mesa de los seis”.
Kiliçdaroglu es considerado el político turco más agredido físicamente en la historia de ese país, por lo que también es conocido como “el sobreviviente”, tras haber sufrido un intento de linchamiento, ataques de la milicia kurda PKK y atentados bomba por miembros del Estado Islámico.
La segunda vuelta electoral es una medida inédita en Turquía, un país habitado por 85 millones de personas, por un lado, la continuación de Erdogan representa la continuidad de su proyecto de Nación, un proyecto que ha sido criticado por figuras públicas a nivel nacional e internacional, incluido el mismo candidato socialdemócrata, Kiliçdaroglu.
Cerca de este ejercicio de sufragio se encuentran diversas polémicas, entre ellas, la intromisión de Rusia en el proceso electoral, la cual ha sido señalada por Kiliçdaroglu desde hace varios meses, dicha polémica comenzó después de que Kiliçdaroglu publicó en sus redes sociales el siguiente mensaje: “ciertos montajes, conspiraciones, contenido ultrafalso (deep fake) y cintas recientemente reveladas en Turquía, tienen su origen en Rusia”
Por su parte, tanto el ministerio de Relaciones Exteriores turco, como el Kremlin, sede del Gobierno ruso, rechazaron dichas acusaciones.
El mismo Erdogan, desde su posición de presidente, mencionó: “No puedo aceptar que ataques a Putin. Nuestras relaciones con Rusia no son inferiores a las que tenemos con Estados Unidos y nuestro volumen de comercio exterior es superior al que tenemos con Estados Unidos”.
El tema de la economía de Turquía fue el protagonista durante las campañas electorales, en especial porque los números no han sido los óptimos en los últimos meses y la inflación ha llegado a situarse hasta en un 85%.
Tras el cierre de las urnas, la oposición denunció “manipulación electoral” en los comicios, asegurando que Erdogan ha hecho fraude en estas elecciones, sin embargo, aún no existe ningún pronunciamiento por parte de las autoridades electorales.
Por su parte, el actual presidente turco aseguró que aún puede ganar las elecciones en la primera ronda debido a que aún falta el conteo de los turcos que residen en otros países los cuales, de acuerdo con el mandatario, lo apoyan.