Renovación de la Secretaría de Diversidad Sexual Nacional de Morena.

No hay plazo que no se cumpla y en esta ocasión después de 7 años, por fin los comités y consejos de Morena se renuevan. Después de un intento fallido en el año 2019 que terminó siendo anulado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial debido según, a la inconsistencia en el padrón de personas afiliadas al partido, ahora al parecer la reposición de ese proceso transita sin muchas preocupaciones por parte de la dirigencia nacional.

En aquel intento de renovación, yo asistí a la asamblea distrital del 20 de octubre del 2019 en mi alcaldía, Venustiano Carranza, teniendo como fortuna el que la militancia del distrito 11 federal de la Ciudad de México me favoreciera con sus votos para alcanzar el segundo lugar de los hombres más votados. El padrón de Morena se limitaba a quienes se habían registrado en los Comités de Protagonistas del Cambio Verdadero afiliados desde el 2015 y 2016 en los primeros años de conformación del partido. Sin embargo, las diferencias entre el padrón inscrito ante el Instituto Nacional Electoral y el actualizado por el mismo partido de forma interna, fueron la excusa para anular el proceso completo.

En aquella ocasión y por la limitante de la afiliación al movimiento, las asambleas tenían aforos relativamente pequeños, totalmente diferentes a las asambleas del nuevo proceso de renovación de este año. Tal solo en el mismo distrito 11 federal de la Ciudad de México con sede en Venustiano Carranza, la asamblea del pasado 30 de julio fue realizada en la explanada de la alcaldía con una asistencia de más de 13 mil vecinas y vecinos. Si en el 2019 hubo acusaciones de irregularidades las cuales en mi opinión fueron relativamente menores, lamentablemente en el proceso de este año fue totalmente evidente la utilización de viejas prácticas de la política más rancia: acarreo, compra de votos y condicionamiento de programas sociales.

En el 2019 después de las asambleas distritales, la militancia LGBTTTIQ+ de la Ciudad de México tuvimos una reunión de unidad con la delegada nacional de diversidad sexual del Comité Ejecutivo Nacional, Bren Olvera, en donde por consenso se me impulsaría para relevar en el Comité Ejecutivo Estatal a la entonces Secretaria de Diversidad Sexual de la Ciudad de México, Irazú Díaz. Un gran momento de mística partidista en donde el diálogo y el proyecto de diversidad sexual dentro de la Cuarta Transformación fue priorizado por todas, todos y todes. Días después de esta reunión de unidad en el Comité Ejecutivo Estatal de la Ciudad de México, el TEPJF invalidaría el proceso completo.

Lo que siguió más adelante comenzó a desanimar a muchos compañeros, compañeras y compañeres de todo el país fuertemente identificados con las Secretarias de Diversidad Sexual de Morena: la llegada de la maestra guerrerense Esther Araceli Gómez, mujer cisgénero heterosexual, tuvo un amplio rechazo entre la militancia LGBTTTIQ+. A pesar de que la nueva Secretaria Nacional de Diversidad Sexual tuvo una gran apertura para lograr coordinación y aceptación entre quienes integramos la diversidad sexual y de genero de Morena, hubo una clara división de intereses y formas de trabajar que hasta la fecha no se ha podido subsanar.

Recordemos que desde el primer Secretario Nacional de Diversidad Sexual de Morena, Jaime López Vela, pasando por el actual diputado local de la Ciudad de México Temístocles Villanueva e incluso con la compañera regiomontana Bren Olvera, la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual tuvo actividades y directrices importantes de recordar como los diferentes Encuentros Nacionales de militancia, y contó también con incidencias políticas, legislativas y sociales de defensa y promoción de los Derechos Humanos de nuestras poblaciones arcoíris.

La pandemia del Covid-19, la usurpación ilegítima de funciones de otros referentes políticos que terminaron por no reconocer a la maestra Esther Araceli y la desconfianza de la militancia hacia ella, generó una desmovilización profunda que le fue restando cohesión a una de las secretarias nacionales de Morena más fuertes, organizadas y trabajadoras del partido-movimiento. Su encargo dentro de la Comisión Nacional de Elecciones del partido la orilló a delegar las funciones para la diversidad sexual al compañero potosino José Luis Rodríguez, quien actualmente ostenta el cargo de Enlace de la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual.

Actualmente y en vísperas del III Congreso Nacional Ordinario de Morena, existe una confusión y expectativa generalizada en torno al proceso mismo en la integración de las listas de personas incluidas como congresistas nacionales como acciones afirmativas de grupos en situación de vulnerabilidad y el relevo de la persona titular de la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual. Incluso se habla de la posible eliminación de esta cartera dentro del CEN, al no ser obligatoria su renovación en este proceso interno. Tan solo a nivel estatal, solamente la Ciudad de México y Sonora lograron integrar la Secretaría de Diversidad Sexual en sus Comités Ejecutivos. Un retroceso muy deprimente.

Ante este escenario es que se llega al relevo de la Secretaria Esther Araceli y los nombres para quien la suceda en el cargo ya se mencionan dentro de las pláticas de análisis y negociaciones. El mismo José Luis Rodríguez ha estado visitando diferentes estados para lograr adeptos entre las personas consejeras nacionales electas y asegurar su nominación como el próximo Secretario Nacional de Diversidad Sexual de Morena. Sin embargo y a partir de su designación como Enlace Nacional de Diversidad Sexual, diferentes liderazgos e integrantes de la diversidad sexual y de género de Morena han señalado sectarismos de su parte.

Otras propuestas para ocupar esta cartera son el actual Secretario Estatal de Diversidad Sexual de Morena en Sonora, Alberto Hernández, así como la diputada local por Sinaloa, Almendra Negrete. La incógnita mantiene el nerviosismo entre la militancia LGBTTTI+ y es que no es un tema menor. La misma propuesta de cambio de estatutos sentencia a la diversidad sexual y de género a la invisibilidad, y por ende, a la falta de representación de nuestra población en los espacios de toma de decisiones del partido.

En un momento crucial para el impulso de los temas pendientes dentro de nuestra agenda, se vuelve fundamental el contar con una figura nacional que ayude a su avance y además, permita la reconciliación y unificación de la Secretaría con la militancia. Hago votos para que estos objetivos sean priorizados en la elección de la persona titular de esta cartera por encima de los intereses personales o de grupo. La Secretaría Nacional de Diversidad Sexual de Morena debe ser nuevamente un referente para todas, todos y todes al interior de la Cuarta Transformación de la vida pública de nuestro país.