México en tiempos pre-electorales

Desde que el presidente de México anunció la sucesión anticipada, nuestro país entró en un debate de quién debía ser el o la sucesora del ejecutivo federal. En principio comenzó solamente a lo interno de Morena, pues en la oposición no había ningún cuadro real que pudiese ponerse frente al gigante político que es Andrés Manuel López Obrador. Sonaban dos o tres nombres fuertes, incluso hasta ponían en la mesa a actores políticos que no terminaron por concretar la aspiración, entre ellos, Esteban Moctezuma, Rosa Icela Rodriguez y hasta Rocio Nahle (fueron mencionados por AMLO en alguna conferencia mañanera). 

Los que sí se tomaron en serio la mención presidencial, fueron el entonces canciller, Marcelo Ebrard; la ex-jefa de gobierno de la Ciudad de México; el ex-secretario de gobernación y el senador con licencia Ricardo Monreal, que fue el último en ser tomado en cuenta por el jefe del ejecutivo.

Desde ese entonces las llamadas “corcholatas” empezaron su peregrinar por todo el país, algunas más que otras, usando los fines de semana como días para recorrer las distintas ciudades y pueblos de nuestro México; con ello buscaron hacer efectivo el dicho popular: <<quien pega primero, pega dos veces>>.

Hasta hace un par de meses, no hubo mayor debate político, más que el que el presidente planteaba sobre la mesa, pues la oposición no sabía que hacer para incrementar su popularidad ante el pueblo mexicano. Incluso, fue el mismo López Obrador quien terminó levantando la imagen de la que ahora se pinta para ser la candidata del Frente, ya que en una mañanera posterior a la celebración del quinto año del triunfo de la 4T, la destapó.

Y no hay ninguna duda, que sí descifró las sucias intenciones de la derecha, pues dentro de su trama buscaron que la señora Gálvez se posicionara como alguien decente, cercana al pueblo y sin corrupción detrás de ella. Nada más alejado de la realidad que eso. Ahora que lo recuerdo, la señora “X”, como se le llama en el argot político, hace unos meses, comenzó a tener reuniones con supuestos miembros de la “sociedad civil”, esos líderes que se dedican a agremiar comerciantes en sus organizaciones para después utilizarles en pro de sus intereses personales y hacer presión a los gobiernos, cerrando avenidas y paralizando municipios. Lo digo porque me tocó presenciar en un restaurante de Ecatepec, a la señora Xóchitl con uno de estos líderes.

Por el lado del Frente Amplio, después del destape de la favorita de los poderes fácticos, se vino toda una ola de alabos y propaganda televisiva y de radio, para posicionarla, incluso la misma prensa ha tratado de invadir el psique colectivo, con el mensaje: “Xóchitl Gálvez es un fenómeno nunca antes visto”. Sin embargo, está claro que eso no sucede así, pues basta ver los resultados de la encuesta para definir a los tres finalista del proceso del Frente Opositor, donde la votación prácticamente se dividió en tercios y no hubo un margen aplastante en pro de Xóchitl. Diría un ex-presidente líder de los opositores: “Es política ficción”.

Por el bloque obradorista, las cosas empiezan a tensarse, pues tampoco hay que nublar la vista a los importantes señalamientos que se han hecho contra el equipo de una corcholata y contra servidores públicos que intervienen directamente para beneficiar a esta corcholata. Hasta donde recuerdo, se firmó un acuerdo por parte de los aspirantes a coordinar la 4T, de no meter recursos públicos a las campañas, y sí, que un servidor de la nación en horarios laborales y plenamente identificado como tal, promocione la imagen de un aspirante, es utilizar recursos públicos, romper el acuerdo y también violar flagrantemente la ley electoral. Que a pesar, de ya estar reglamentado por el Instituto Nacional Electoral este proceso, sigue la prohibición expresa de no utilizar dinero público para beneficiar a algún competidor. Esto pasa en todo el país, porque lo cierto es que gobiernos municipales sí le están haciendo propaganda con recursos públicos a ciertos aspirantes, y no es algo que solo diga yo, las mismas corcholatas lo exponen a diario. Eso rompe totalmente con el piso parejo planteado. Se ha luchado tantos años contra ello, no caigamos en lo mismo.

Aprendamos a lo que ha hecho el presidente hasta ahora, no meterse y dejar que el pueblo decida libremente quien debe continuar con el gran proceso histórico que vivimos.

En conclusión, amigas y amigos, el fin no justifica los medios y menos si son públicos. No debe ser la ambición del poder por el poder, y tampoco debe de anteponerse la persona, más bien debe ser el proyecto. 

No dejemos que el sectarismo nuble nuestra vista, la vida da sorpresas y qué tal si en una de esas, no cambian las cosas y el coordinador de la 4T resulta ser otro aspirante. No trasgredamos la unidad. 

La 4T va a continuar. La oposición no tiene posibilidades, no hagamos interno el problema.

¡Viva la civilidad, la concordia y el compañerismo!