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  • 20 Jun 2022
  • 17:06
  • SPR Informa 6 min

“La transición democrática en México y Colombia. Un nuevo paradigma político en América Latina.”

“La transición democrática en México y Colombia. Un nuevo paradigma político en América Latina.”

Por Guillermo Miranda .

En los últimos años, diversos países de América Latina han optado por un cambio político en la dirección de su gobierno, específicamente hacia una visión progresista con una tendencia política marcada hacia la izquierda, a diferencia de los regímenes políticos conservadores que prosperaron históricamente desde hace décadas en esta región del mundo.

No es casualidad que, en los últimos años, dos de los países en los que desde hacía más de 80 años se había implantado un Partido de Estado hegemónico como en México y Colombia, hayan virado hacia un cambio en sus Presidentes y representantes de gobierno, pues ambos países desafortunadamente comparten diversos problemas sociales, políticos y económicos en común, tales como: narcotráfico, violencia, crisis económica, corrupción gubernamental y constantes violaciones a los derechos humanos.

Es aquí, donde la voluntad soberana del pueblo latinoamericano ha decidido imponerse a través del sufragio popular, cansados de políticas de índole conservador que sólo han impactado en las economías populares y beneficiado a unos cuantos, se ha exacerbado de forma cruenta un malestar social que erosiona la confianza en sus instituciones públicas, casos como la desaparición de estudiantes de la Norma Rural “Isidro Brugos de Ayotzinapa” en México durante el año 2014 o de las protestas y movilizaciones sociales en Colombia en el año 2021 que trajeron consigo diversas personas fallecidas, han mostrado la falta de empatía, solidaridad y de protección a los derechos humanos, que afloran la falta de confianza ciudadana y de un efectivo Estado Democrático de Derecho, caracterizando así a un Estado neoliberal autoritario en ambos países.

Vemos así, una oportunidad para hacer efectivo el derecho del pueblo a reivindicar su soberanía en América Latina con una alternancia para romper ese “status quo”; primero en 2018 con la llegada de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México y 4 años después en 2022 con la elección de Gustavo Francisco Petro Urrego en Colombia. 

Por otro lado, en ambos casos, estos personajes políticos como luchadores de la democracia, tienen diversas características en común; como las de haber sido sujetos a procesos jurisdiccionales y políticos para ser inhabilitados jurídicamente y en consecuencia, no participar en las elecciones presidenciales, coartando sus derechos político-electorales; asimismo, de haber participado en 3 ocasiones por la Presidencia de la República de sus respectivos países, sin ser una casualidad el haber tenido obstáculos en los diversos procesos electorales para ser elegidos como los mandatarios de izquierda que, sin duda alguna, han marcado un paradigma político diferente en la región y con ello una visión que hace algunas décadas era impensable poder imaginar. 

Ahora bien, estos hechos dan pauta a un nuevo escenario político que traerá como consecuencia una serie de reacciones enfáticas de la derecha en América Latina, pero sobretodo en la postura de los Estados Unidos de América en la región, pues dos de los países más importantes para éste, hoy son ya, muestra de una transición política brutal, que puede hacer frente a esa doctrina de imposición conservadora e individualista que tanto ha afectado a América Latina, como muestra de ello, está la reacción enfática del Presidente de México en contra de la decisión unilateral del gobierno norteamericano de excluir de la cumbre de las Américas a los países de Cuba, Nicaragua y Venezuela, estos últimos sujetos a serias restricciones políticas y económicas.

Que no sea de esperar los discursos de descalificación demagógicos de la derecha conservadora en Colombia, sobre el mal llamado “populismo” de la izquierda, pretendiendo hacer menos las acciones gubernamentales en favor de los sectores más desfavorecidos, como está pasando en México y muchos otros países donde se asientan gobiernos progresistas.

Finalmente, retos y desafíos serán el pan de cada de día para el gobierno naciente de Gustavo Petro a partir de ahora, pero sin duda alguna podrá hacerles frente como lo hace Andrés Manuel López Obrador, pues ambos comparten una virtud en común, la cual es el discurso de unidad nacional y reconciliación, frente al odio y malestar del conservadurismo derrotado.

Es así entonces, un nuevo paradigma en América Latina quedará para la historia.