La piedra en el zapato

“La corrupción y la hipocresía no deberían de ser

Productos inevitables de la democracia, 

Como sin duda lo son hoy” 

Mahatma Ghandi.

“Que no nos engañe el canto de las sirenas”.

El deporte en México. Para nadie en nuestro país es noticia que el deporte necesite un apoyo mayor para poder sobre salir, aun y cuando para este 2023 la CONADE (Comisión Nacional del Deporte) recibiera 2 mil 524 millones de pesos. Desde su llegada, la titular de la CONADE, la medallista olímpica y excampeona mundial de atletismo, Ana Gabriela Guevara, se ha visto atacada en reiteradas ocasiones por líderes de federaciones deportivas, así como medios de comunicación por la falta de apoyo para las federaciones deportivas, así como para el apoyo para desarrollar y generar espacios para el deporte de alto rendimiento en nuestro país.

La titular cuenta sin duda con el apoyo del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, que en más de una ocasión ha salido a darle su respaldo en su gestión del organismo gubernamental, entonces, ¿Dónde reside el problema? El más reciente, y que ha generado un tsunami de declaraciones, a tal grado que nuevamente el presidente ha tenido que intervenir en su “mañanera” tras las declaraciones – a mi juicio innecesarias de la exatleta sonorense – , son las declaraciones de la selección de nado que representó a México en el mundial, y que nos honraron con regresar en lo más alto de la competencia, a pesar, en palabras de ellas, de “no recibir apoyo del gobierno para participar en el mundial” y de tener que vender incluso trajes de baño entre otras prácticas para solventar su participación. 

Ante esto, Ana Gabriela Guevara dejó manifiesto que se apoya a las y los deportistas, pero, son las federaciones de cada disciplina las que hacen llegar los apoyos y recursos para las participaciones de nuestras y nuestros abanderados. Como ejemplo está la misma federación de natación, la cual cursa por un proceso judicial donde su extitular, Kiril Todorov, se encuentra detenido y en juicio por el desvió de 150 millones de pesos de la federación; recursos que tenían como fin apoyar a las y los deportistas.

Ya en otras ocasiones deportistas, incluso medallitas olímpicas como Óscar Salazar, habrían mencionado que uno de los problemas más serios del deporte en nuestro país son las federaciones deportivas, que en ellas reside el problema al ser ellas mismas quienes asignan los espacios para representar a México en las competencias; además de ser la vía para hacer llegar y asignar las becas, insumos deportivos entre otros, cosa que ha quedado más que manifestado que no sucede como debiera. Es esta administración la que ha puesto el ojo en el huracán y ha castigado a las federaciones deportivas por no darle buen uso a los recursos, y con ello, generado el descontento de directivos, y de quienes controlan realmente el deporte en México; quienes han construido cotos de poder y se han vuelto quienes presionan, engañan y ponen en riesgo realmente a las y los deportistas y sus participaciones. 

La corrupción del deporte y de las mafias del poder del deporte son iguales, o peores que otros rubros de este país, aún y cuando el gobierno mexicano ha castigado duramente a las federaciones, auditándolas, fincándoles responsabilidades, aún y cuando los federativos, entrenadores orgánicos, patrocinadores y algunos deportistas beneficiados(as), entre otros, han emprendan una campaña para desacreditar a la titular de la CONADE y al mismo presidente, Andrés Manuel, por sus acciones; los realmente afectados y afectadas, siguen siendo las y los deportistas que no reciben esos apoyos para desarrollarse. 

Fondo.

El fondo del problema reside incluso en un problema mayor, ni siquiera en el apoyo a los deportistas de alto rendimiento, que es donde el problema es más visible. Estimada y estimado lector, basta con voltear a ver con el fomento al deporte, al desarrollo de disciplinas deportivas, al acceso a los deportes federados y a los espacios para desarrollar deportes que no sean el fútbol o béisbol en México, va más lejos que el gobierno, el interés en el fomento al deporte a través de un esquema de federaciones deportivas se transformó en pequeños espacios controlados por personajes ligados a empresas o políticos con los cuales se facultaron para recibir recursos públicos y ejercerlos de manera discrecional, donde el objetivo principal que es desarrollar el deporte – cualquiera que lo sea – y darle acceso a todas y todos para practicarlo, quedará relegado transgrediendo un formato, un coto de poder, donde una élite ejerza su posición para decidir quién o quiénes son los que pueden participar; y en vez de que el deporte sea una actividad que reconstruya el tejido social y fomente el desarrollo social, lamentablemente lo transformaron en un negocio de privados bajo el cuidado de diversas administraciones públicas, financiando cotos políticos y económicos para utilizarlos a conveniencia. 

Pobre de nuestro deporte nacional, tenemos a grandes deportistas, podemos sin duda ser potencia, siempre se habla de ello, sin embargo, mientras no se destine el esfuerzo necesario para desmantelar estos negocios público/privados, llamados federaciones deportivas, y aplicar las políticas públicas y programas efectivos para fomentar y empoderar al deporte y deportistas, se seguirá dependiendo de terceros interesados en los negocios del deporte, o ¿acaso ustedes creen que los patrocinadores son gratis?

Las y los responsables tienen nombres y apellidos. Aunque jurídicamente la CONADE no pueda asignar apoyos directos a personas y deba hacerlo aun a través de las federaciones, es necesario que los recursos y apoyos, lleguen a las y los deportistas, es necesario que los mantengamos enfocados en llegar a la cúspide del deporte.