El frágil equilibrio del sistema electoral norteamericano rumbo a las elecciones

El próximo martes cinco de noviembre serán las elecciones en Estados Unidos para elegir al próximo presidente y vicepresidente.  Las elecciones se dan en medio de un ambiente de polarización política entre las posturas políticas republicana y demócrata. En donde en plena campaña el candidato Republicano Donald Trump sufrió un atentado contra su vida. 

En medio de estas elecciones hay un temor que recién se habla entre la sociedad norteamericana, el fraude electoral. Era una palabra qué no era muy usada en Estados Unidos antes de 2020. Que fue cuando simpatizantes al candidato Donald Trump entraron violentamente al capitolio en enero de 2021, alegando fraude electoral. 

El fraude electoral o los ataques a la democracia no son muy comunes en este país. El sistema electoral estaba basado en la confianza, y apoyado en un sólido sistema federal.  Fue hasta esa elección que muchos se empezaron a preguntar porque no había una identificación oficial para votar o no había medios para impugnar casillas. Estas preguntas tenían una respuesta en la tradición y en lo rígido de la constitución y el sistema electoral norteamericano, que data del siglo XVIII, que lo han mantenido y preservado como está, a excepción del periodo de la Guerra Civil. 

Este sistema electoral de voto indirecto y calificación por medio de un colegio electoral también lo tuvimos en México durante todo el siglo XIX y también fue fuente de conflictos, fue hasta que en la revolución tuvimos un sistema de sufragio universal que hasta ahora tenemos y que fue evolucionando, teniendo cada vez más y mejores candados para evitar los fraudes electorales. [1]A diferencia de Estados Unidos nuestro sistema electoral evolucionó de un sistema de calificación electoral por el Congreso a uno Jurisdiccional, hecho por tribunales electorales altamente especializados para eso. Lo que en nuestro caso ha significado una estabilidad política en todos los momentos del periodo electoral, desde las precampañas, hasta la entrega de constancias de mayoría, los tribunales electorales resuelven con rapidez los asuntos electorales que afectan a candidatos y ciudadanos. 

De hecho el asalto al capitolio se dio en medio de la sesión del Congreso mientras debatía la validez de uno de los distritos electorales de Arizona. Al final la elección de 2020 fue validada y el candidato Donald Trump aceptó los resultados. No obstante, las dudas fueron sembradas en torno al sistema electoral, a que no existen credenciales para votar, solo identificaciones que emiten los estados, que a su vez tienen distintas leyes y disposiciones para emitirlas. 

La lección de esto es que en México un sistema electoral lleno de instituciones locales y federales tanto de organismos electorales autónomos como del Poder Judicial han logrado una estabilidad en los momentos de transición democrática. Estados Unidos quizá debería voltear a ver a México e implementar algunos elementos que sirvan para disipar las dudas en torno a un posible fraude electoral y devolver el ambiente de estabilidad política que merece ese país. 

[1] https://www.sprinforma.mx/noticia/la-auto-calificacion-en-las-elecciones