El año de la victoria

El primer mes del año nos recibe con los cierres de las precampañas, acontecimiento que a su vez, dará pasó a lo que será el inició de un proceso histórico en nuestro país. Como sabemos, en la elección que se llevará a cabo en junio se elegirán más de 19,000 cargos a nivel local en la Ciudad de México, Yucatán, Jalisco, Tabasco, Morelos, Guanajuato, Puebla, Chiapas y Veracruz, así como 629 cargos a nivel federal, incluyendo el cargo a Presidente o Presidenta de la Nación.

Esto no es menor, ya que no solo estamos ante el proceso electoral más grande hasta ahora, sino también ante una oportunidad histórica: por primera vez, existe una amplia posibilidad de que una mujer encabece los destinos de la Nación. Por primera vez el cargo al frente del poder ejecutivo se podrá escribir en femenino. Tendremos Presidenta de la República.

Pero no podemos continuar hablando de ello sin antes recordarnos que no es la primera vez que una mujer se perfila para ser candidata a la Presidencia; seis mujeres han contendido y de ellas, destacamos a la primera en hacerlo: Rosario Ibarra de Piedra. Su incansable lucha en favor de la justicia y los derechos humanos debe ser reconocida como un hito  fundamental en el trayecto que las mujeres han recorrido para conquistar espacios pues, ¿qué es una mujer en un cargo público, sino resultado de una lucha por la igualdad y la justicia?.

Dado que una mujer al frente es una victoria del feminismo, es contradictorio que ellas, cuando asumen sus cargos, no los utilicen para continuar la lucha por la justicia social. Por esta razón, un movimiento político de derecha que trabaja en favor del bienestar económico y liberal por encima del bienestar social, no puede pertenecer al movimiento feminista.

Si bien, Rosario Ibarra de Piedra no pudo alcanzar la presidencia en las dos veces que contendió como candidata, hoy tenemos la oportunidad de ser gobernados por una persona que ha seguido sus pasos, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

Quien diga que Claudia Sheinbaum no le ha cumplido a las mujeres, no solo se equivoca, también miente. Desde un gobierno de izquierda logró consolidar una Ciudad de México más segura, fortaleciendo las políticas públicas en favor de las mujeres como no se había visto nunca. Estos esfuerzos se reflejan en diversos resultados, pero me permito resumirlos en un solo dato: desde 2019, las muertes violentas de las mujeres han tenido una reducción del 33%. No es casualidad, es justicia social.

Todo ello me hace afirmar que el 2024 será un año de grandes victorias; no me queda duda de que los gobiernos locales de izquierda seguirán siendo mayoría, y que en la Ciudad de México la continuidad de un gobierno feminista bajo la dirección de Clara Brugada es inminente.

Sin embargo, el acontecimiento más trascendental se dará a nivel nacional, donde el Estado seguirá comprometido con la reducción de las desigualdades y la erradicación de la pobreza, de la mano de la primera Presidenta en la historia de nuestro país. Vamos, pues, rumbo al año de la victoria, encabezada por una mujer pero conquistada por todas las mujeres de izquierda que abrieron el camino.