Caminar hacia la equidad a través de la federalización del Sistema de Salud

La iniciativa de federalización del Sistema de Salud en México, liderada a través del IMSS Bienestar, es una de las transformaciones más significativas y necesarias en la historia reciente del país. Este cambio estructural promete abordar desafíos de largo plazo, marcar un nuevo rumbo hacia la equidad y mejorar en la atención médica para las poblaciones más desfavorecidas.

La estrategia de federalización surge como una respuesta a las deficiencias inherentes al modelo de descentralización implementado desde los años ochenta. Aunque la descentralización, iniciada bajo gobiernos del PRI, tenía la intención de acercar los servicios de salud a la población, con el tiempo, esta autonomía estatal se vio empañada por la corrupción y la variabilidad en la calidad de los servicios, llevando a un sistema fragmentado y a menudo ineficaz.

Bajo la administración del presidente López Obrador, se ha optado por una "federalización" del Sistema de Salud para la población sin seguridad social. Es decir, una recentralización de los servicios de salud, con el objetivo de corregir las distorsiones y fallas del modelo anterior. Este esfuerzo se materializa a través del IMSS Bienestar, creado en 2022 para reemplazar al INSABI, centrando sus esfuerzos en lo que resta del sexenio en la prestación de atención médica -desde consultas generales hasta servicios de urgencia y hospitalización-, y mejorar la infraestructura hospitalaria, así como el equipamiento médico.

Es importante destacar que la federalización no busca eliminar el rol de los gobiernos estatales en la salud. Las Secretarías de Salud Estatales continuarán desempeñando un papel crucial en la promoción y prevención de la salud, bajo la supervisión y regulación de la Secretaría de Salud Federal. Esta colaboración intergubernamental es vital para el éxito de la federalización.

El 18 de enero, un evento trascendental tuvo lugar en Palacio Nacional, donde 23 gobernadores se comprometieron a reafirmar este proceso de federalización, marcando un compromiso colectivo hacia un sistema de salud más equitativo y eficiente. Este acto simboliza un paso hacia la unificación de esfuerzos y recursos en pro de la salud pública.

Sin embargo, este ambicioso proyecto no está exento de desafíos. La federalización requiere una implementación y profundización meticulosa, una revisión del Modelo de Atención para adecuarlo a las poblaciones suburbanas y urbanas marginadas, una gestión eficiente de los recursos, una constante innovación operativa y un reconocimiento de las condiciones laborales de sus trabajadores.  Además, la transparencia y la rendición de cuentas serán cruciales para mantener la confianza del público y asegurar que los objetivos de equidad y calidad se cumplan.

La federalización del sistema de salud representa una oportunidad única para rectificar errores históricos y avanzar hacia un sistema de salud más justo y eficiente. Es una iniciativa que requiere del compromiso del gobierno, así como del apoyo y la participación activa de su personal de salud y de la sociedad.

Mirando hacia el futuro, es esencial que se mantenga la esperanza activa de tener un mejor sistema de salud que beneficie a todos, pero particularmente a los más desprotegidos, sólo así podremos continuar el camino para alcanzar la equidad universal en salud.

La federalización del Sistema de Salud que ha emprendido este gobierno es un cambio de política acertado, pero aún falta un verdadero cambio de régimen sanitario, tarea que corresponderá emprender a la siguiente administración.