Beneficios de la reforma al Poder Judicial

Después de una semana intensa, legislativamente hablando, donde los legisladores federales, atendiendo el llamado y la orden ciudadana de continuar con la transformación de nuestro país, aprobaron la reforma constitucional en materia del Poder Judicial, aún y contra la intentona de sabotaje por parte de quienes se creían dueños de ese poder, de quienes se creían herederos de los cargos en el Poder Judicial, de quienes creían tener el control de la impartición de la justicia.

Vimos “grandes discursos” por parte de la oposición, donde se dedicaron a decir  “se está atentando contra la democracia y la división de poderes”,  y de ahí nada más que mentiras y absurdos históricos.

Lo más recordado de todo lo dicho por la oposición, el discurso de una senadora de oposición, que es utilizada para tratar de desestabilizar y reventar la sesión, que durante el tiempo para fijar su postura, se dedicó a decir “diga bien mi nombre”, ese es el nivel de la oposición, sin argumentos, sin ideas, sin estilo, sin decoro, sin nada, cual vulgares de la política mexicana.

Y ahora que se aprobó y promulgó por el presidente Andrés Manuel López Obrador,  podemos hablar de las bondades de esta tan mencionada reforma.

1.- Forma democrática de elección: Antes de la Reforma, los ministros eran nombrados por una terna que proponía el Presidente de la República en turno y votados por el Senado de la República, sistema que dicen los opositores si es democracia. Hoy estos ministros serán electos por la ciudadanía de forma directa a propuesta de una lista de 30 personas, 10 del Poder Judicial, 10 del Poder Legislativo y 10 del Poder Ejecutivo, sistema que dice la oposición es una dictadura. Mismo sistema que se llevará a cabo para la elección de Magistrados y Jueces, pues anteriormente esos cargos en realidad eran dados por los ministros, por cuotas políticas y por pago de favores, pues el 80 por ciento de esos cargos eran de esa forma y el otro 20 por ciento eran dados por el amiguismo, método democrático según la oposición.

2.- Elegibilidad. Para poder ser ministro, magistrado y/o juez, además de los requisitos constitucionales, era necesario tener un padrino, no importando si tenían o no conocimiento y práctica judicial, podían tener maestrías y doctorados pero no saben la práctica judicial, nunca litigaron, nunca estuvieron en un juzgado, nunca estuvieron en una audiencia, nunca dictaron un acuerdo, pero como son los hijos, nietos, ahijados, sobrinos y hasta hijastros de un ministro, magistrado o juez, con eso era más que suficiente para acceder al cargo. Hoy deberán de cumplir varios requisitos, ser verificados por los tres poderes de la unión que sí cumplen con esos requisitos, entre ellos, años de experiencia, calificaciones aprobatorias y mínimo 8 sobre la materia que pretende ser juez, entre muchos otros, y de ser propuesto por alguno de los tres poderes, aún le falta un requisito, ser electo por el pueblo, método dictatorial según la oposición.

Debemos hacer mención que hoy en día los jueces, magistrados y ministros, carecen del conocimiento mínimo de las leyes; sí, aunque pareciera una contradicción, es así, hoy los juzgadores, al tener los cargos por amiguismos, se dejó de lado su conocimiento del derecho, pues a lo que se dedicaron, fue solo a proteger a quienes les dieron el cargo, a los amigos de estos y a los compromisos que adquirieron para llegar, sin importar que torcieran la ley. Y como prueba están los jueces que pretendieron detener la reforma constitucional, otorgando suspensiones provisionales y definitivas contra el proceso de creación de leyes. Nada más absurdo que ello, como lo dejamos ver en nuestro artículo de la semana anterior.

3.- Redición de cuentas: anterior a la reforma, el órgano encargado de vigilar y juzgar el actuar de los juzgadores era el Consejo de la Judicatura, integrada mayoritariamente por jueces y administrativos que son propuestos y puestos por ministros, magistrados y jueces, es decir, los mismos amigos de los jueces eran los que veían si su amigo cometió alguna falta administrativa e incluso algún posible delito, sistema democrático para la oposición. Con la Reforma, se crea un Tribunal de Disciplina Judicial, independiente del Poder Judicial, que garantiza la imparcialidad de este, pues sus integrantes serán electos por el Pueblo, sistema dictatorial, según la oposición.

Como podemos ver, la democracia para la oposición es aquella en la que la corrupción, el compadrazgo, el amiguismo, el pago de favores, las cuotas políticas, son parte esencial del gobierno; es democráticamente valido que los cargos de hereden, que el Poder Judicial se encuentre integrado en un 45 por ciento por familias; y la dictadura, es aquella en la que el Pueblo toma en sus manos diversas decisiones, entre ellas, la elección de los jueces, magistrados y ministros; donde el Pueblo, o cualquier integrante del Pueblo, puede acceder a esos cargos, sin necesidad de que un familiar lo proponga.

4.- Beneficio económico: si bien los Jueces, magistrados y ministros ganan mucho más que el Presidente de la República, debemos mencionar que sus salarios son lo de menos, puesto que lo importante y lo que genera más impacto al erario, son los fideicomisos, haberes por retiro, pensiones y demás prestaciones dignas de la realiza de España, pues solo el Rey percibe de cerca de seis millones de pesos anuales, mientras que cada ministro de la corte percibe aproximadamente cuatro millones de pesos anuales, entre sueldos y prestaciones anuales, ahorro y demás beneficios, esto sin contar los fideicomisos. Y estos últimos son los que verdaderamente tienen un impacto en el erario,  puesto que aquí se encuentran 13 fideicomisos que representan cerca de 15 mil millones de pesos anuales, dinero que se utiliza para los grandes beneficios y lujos de los juzgadores, como viajes, restaurantes, gasolina, personal doméstico, remodelación de casas, entre muchos otros lujos.

La Reforma señala la desaparición de esos fideicomisos, y por lo tanto habrá una reducción del presupuesto del poder Judicial, y ese dinero, estará destinado a la obra pública, a los programas sociales, a la salud y a muchos beneficios más para el Pueblo.

Esto es lo que verdaderamente están dispuestos a pelear los del Poder Judicial, sus cargos por herencia y amiguismo, sus sueldos y fideicomisos, sus lujos y sus pensiones millonarias.

En tanto que, a la oposición, le preocupa que el único poder en donde tenía hegemonía, donde tenía el control, hoy pasará al control del Pueblo, del control del ciudadano que con su voto elegirá, reelegirá o no a los jueces, obligándolos a estos últimos a hacer cada vez más pública su actuación.

Y por si queda duda, el Poder judicial no tiene ninguna facultad para declarar la inaplicación de la Reforma constitucional, pues él, solo podrá verificar si existe alguna disposición de procedimiento legislativo que se haya vulnerado, que en el caso no fue así, pues todos los pasos legislativos se cumplieron, aún con la intención de la oposición de no llevar a cabo las sesiones.

¡Bienvenidos a la Cuarta Transformación!