Transparencia 3.0
Aún falta pensar en el bien morir, que permita mantener la dignidad y autonomía de las personas, hasta el final de sus días
“En esta vida lo único seguro es la muerte”, es una frase quizás fatalista, pero que todos hemos escuchado una o varías veces. Si morir es el destino, cómo queremos llegar a ese momento. ¿Lo ha pensado?
Morir dignamente podría ser una aspiración legítima, sobre todo para quienes tienen un diagnóstico de una enfermedad incurable o crónico-degenerativa. Para quienes el dolor derivado de condiciones de salud irreversibles es insoportable; para quienes escuchan esas palabras de “ya no hay nada más que hacer”.
Como tal, la eutanasia (intervención deliberada para facilitar la muerte a una persona) está prohibida en México, pero sí se ha avanzado en autorizar, al menos, la voluntad anticipada: Es decir, que una persona pueda firmar que, en caso de encontrarse en “estado terminal” no se prolongará su vida a través de procedimientos médicos.
Hasta hoy en 17 entidades federativas ya se ha legislado en la materia. Se trata de Aguascalientes, CDMX, Coahuila, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Esta semana, el Congreso de Puebla aprobó reformar y adicionar la Ley Estatal de Salud y expedir la Ley de Voluntad Anticipada. Con ello, se establecieron las normas, requisitos y formas de realización para que una persona con capacidad de ejercicio exprese su decisión de ser sometida o no a tratamientos o procedimientos médicos que prolonguen su vida cuando se encuentre en estado terminal.
A través de un documento escrito, una persona manifiesta la petición libre, consciente, seria, inequívoca y reiterada de aceptar o no tratamiento médico en caso de muerte terminal.
Además, las y los legisladores poblanos armonizaron la Ley Estatal de Salud con la Ley General de Salud en materia de cuidados paliativos, “con el objeto de adicionar como servicio básico de salud, dentro de la atención médica integral, a los cuidados paliativos; así como adicionar a los cuidados paliativos como una forma de actividad de atención médica”.
La voluntad anticipada no es lo mismo que morir dignamente. El “bien morir” es un concepto ético, que se refiere a evitar el sufrimiento de las personas cuando la condición médica y el dolor es irremediable. En todo caso, los cuidados paliativos, considerados en México desde el 2009, a través de la Ley General de Salud, pretenden mejorar la calidad de vida de pacientes en situación de gravedad.
En realidad, quienes han atendido de cerca a un enfermo terminal, saben que los cuidados paliativos no alcanzan a terminar con el dolor crónico y síntomas asociados. Que son noches y días enteros sin dormir, con gritos, llanto y sufrimiento, casi equiparables a la tortura. Así de despiadadas pueden ser algunas enfermedades.
En nuestro país, aún falta pensar en el bien morir como un derecho humano, que permita mantener la dignidad y autonomía de las personas hasta el final de sus días.