Twitter suspende cuentas de periodistas que daban seguimiento a Elon Musk

Twitter suspendió varias cuentas de periodistas que daban seguimiento a las actividades de la plataforma y del empresario Elon Musk, propietario de la red social desde finales de octubre. 

Entre las cuentas suspendidas está la del periodista Donnie O’Sullivan de la CNN, Ryan Mac de The New York Times, Drew Harwell de The Washington Post, y Aaron Rupar, periodista independiente enfocado en el seguimiento a la ultraderecha. Todos ellos tenían en común una perspectiva liberal, su seguimiento a los cambios en Twitter y a la actividad del empresario Elon Musk.

La suspensión de las cuentas de estos periodistas ya tuvieron respuesta en la por parte de la Unión Europea (UE). Věra Jourová, vicepresidenta de Valores y Transparencia de la UE, publicó en su cuenta de Twitter: “Preocupan las noticias sobre la suspensión arbitraria de periodistas en Twitter. La Ley de Servicios Digitales de la UE exige el respeto de la libertad de prensa y los derechos fundamentales. Esto se refuerza bajo nuestro #MediaFreedomAct . Elon Musk debe ser consciente de ello. Hay líneas rojas. Y habrá sanciones, pronto.”

Los periodistas cuyas cuentas fueron suspendidas habían dado seguimiento sobre otra polémica decisión de Twitter: la suspensión de la cuenta Elonjet a cargo del periodista Jack Sweeney, la cual rastreaba las trayectorias de los aviones privados de Elon Musk usando información pública en Estados Unidos. 

Esto fue lo que ameritó que se suspendiera la cuenta de los periodistas: “Publicaron mi ubicación exacta en tiempo real, básicamente dieron coordenadas para asesinato, en (obviamente) violación directa de los términos de servicio de Twitter.” publicó Elon Musk la mañana del 15 de diciembre.

En otro tuit anunció que las cuentas de los periodistas serían suspendidas siete días por publicar información privada: “Suspensión de 7 días por doxing [publicar información privada en línea]” e incluso ironizó: “Algún tiempo lejos de Twitter es bueno para el alma…”.

Estas declaraciones de Elon Musk se dan después de que el empresario afirmó el pasado 6 de diciembre que no cerraría la cuenta de Elonjet cuando tuiteó: “Mi compromiso con la libertad de expresión se extiende incluso a no prohibir la cuenta que sigue a mi avión, aunque eso es un riesgo directo para la seguridad personal”. Sin embargo, este 14 de diciembre apareció suspendida la cuenta de Elonjet. 

El dueño de Twitter justificó así su decisión:  “Criticarme todo el día está bien, pero publicar mi ubicación en tiempo real y poner en peligro a mi familia no lo es.”. Otro tuit del empresario señala: “Se suspenderá cualquier cuenta que proporcione información de ubicación en tiempo real de cualquier persona, ya que es una violación de la seguridad física. Esto incluye publicar enlaces a sitios con información de ubicación en tiempo real. Publicar ubicaciones a las que alguien viajó con un ligero retraso no es un problema de seguridad, por lo que está bien.” 

Cabe señalar que en Estados Unidos es pública la información de los vuelos privados y no constituye una violación a la privacidad. El registro de vuelos es público en Estados Unidos, de ahí es donde el periodista Sweeney obtiene la información para publicar la información de los aviones propiedad de Elon Musk, por lo que no constituye una actividad ilegal. 

Al escándalo por la suspensión de las cuentas de periodistas se suma la suspensión de la cuenta de Mastodon, red social que compite directamente con Twitter, que ha registrado un gran crecimiento desde la compra de la competencia por parte el dueño de Tesla. Usuarios en Twitter reportaron que no han podido publicar las cuentas de Mastodon en sus redes sociales cuando intentan compartir el nombre de su cuenta.

Además, el mismo 15 de diciembre se desactivó la función de “Twitter Spaces”, que permite hacer sesiones de radio colaborativas en la red social, supuestamente por un problema heredado de la administración anterior. 

Estos escándalos se suman otras polémicas decisiones, como la decisión de terminar con el Consejo de Confianza, dedicado a asesorar a la plataforma en el combate al discurso de odio, el despido masivo de trabajadores, la restauración de cuentas de miembros de extrema derecha como Donald Trump y Jordan Peterson, la intención de cobrar 8 dólares por la verificación, entre otros escándalos.