Los tres temas que López Obrador planteará a Joe Biden

El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en su conferencia de prensa matutina que son tres los temas que quiere plantearle al mandatario estadounidense Joe Biden en la reunión que sostendrán el próximo 9 de enero: Integración económica, combate a la desigualdad y cese al intervencionismo.

Sobre el primer punto, López Obrador declaró que se buscará que haya una mayor integración de América del Norte, y en general de todos los países del continente americano, con el fin de sustituir importaciones y apostarle a la autosuficiencia que fomente el desarrollo.

Esta propuesta va en sintonía con la actual tendencia del llamado nearshoring, que consiste en que las empresas relocalicen sus cadenas de suministro y armado cerca de sus centros principales, con el fin de agilizar y eficientar procesos productivos. La pandemia de COVID-19 evidenció los riesgos de tener fragmentada una cadena productiva con centros distribuidos por todo el mundo; particularmente muchas empresas vieron mermadas sus ganancias por las restricciones en países asiáticos.

En este sentido, la propuesta que el presidente López Obrador desea plantearle al mandatario Joe Biden sobre la mayor integración económica va en el sentido de que los países americanos se blinden ante posibles amenazas comerciales globales, como lo son la pandemia de COVID-19 u otras, las restricciones económicas de China y de los países asiáticos, o la guerra entre Ucrania y Rusia.

La segunda propuesta del presidente López Obrador a su homólogo estadounidense es formar un plan regional para combatir las desigualdades en América Latina y el Caribe, “algo parecido a lo que fue la Alianza para el Progreso en la época de presidente Kennedy”, declaró el mandatario en la conferencia matutina del 29 de diciembre. 

La Alianza para el Progreso fue un programa de ayuda económica de Estados Unidos para que América Latina y el Caribe superaran el subdesarrollo que tuvo lugar entre 1961 y 1970, a propuesta del presidente John F. Kennedy. Después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, y tras el fracaso de la invasión a Playa Girón en 1960, Estados Unidos cambió el enfoque de su combate al comunismo en América Latina y determinó que había que contribuir para mejorar el nivel de vida de los latinoamericanos para que no se inclinaran por las opciones socialistas. 

Desde la perspectiva de la Alianza para el Progreso, el bienestar económico de América Latina era una prioridad para su seguridad nacional, de ahí que tuviera como objetivos eliminar el analfabetismo en la región, fomentar una reforma agraria, el acceso a la vivienda e invertir en sistemas productivos. Sin embargo, aunque la Alianza para el Progreso permaneció diez años, el programa fracasó tras el asesinato a John F. Kennedy en 1963 porque sus sucesores no se comprometieron para darle continuidad. 
La propuesta de López Obrador es relanzar un plan similar que busque el desarrollo económico de América Latina, ahora no para combatir el socialismo, sino como medida para contrarrestar la migración. “¿Cómo vamos a plantear el fenómeno migratorio si abandonamos el desarrollo?”, se preguntó López Obrador en la conferencia matutina. 
Finalmente, el último punto que mencionó que le interesa plantearle al presidente Joe Biden es “que no haya intervencionismo, que ya cambie la Política Monroe, y que todos los países de América Latina y el Caribe, Estados Unidos y Canadá, nos tratemos como aliados. Que haya respeto a nuestra soberanía”, declaró López Obrador.

La Doctrina Monroe es un principio atribuido al presidente James Monroe de principios del siglo XIX que señala que “América es para los americanos”, como una forma de decir que cualquier intervención de europeos al continente americano sería visto como una agresión a los Estados Unidos. Este principio rector de la política exterior estadounidense ha sido históricamente muy criticada desde América Latina, ya que considera a la región como “el patio trasero” de Estados Unidos, como si fuera un área de acción natural del gobierno norteamericano y que viola la soberanía de los países latinoamericanos. 

Por ello es que el presidente López Obrador llame a una nueva etapa de no intervencionismo de Estados Unidos hacia América Latina. Esto en el contexto en que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha servido como instrumento de injerencia en la soberanía nacional de países como Bolivia –cuando apoyó el golpe contra Evo Morales– o en Perú –con su apoyo a la remoción de Pedro Castillo–.
El presidente mexicano además declaró que va a adelantar en una carta a Joe Biden que le interesa tratar estos temas en la reunión que tendrán los mandatarios el 9 de enero próximo.