La actriz francesa Brigitte Bardot, figura del cine y defensora de los derechos de los animales, falleció a sus 91 años, de acuerdo con la Fundación Brigitte Bardot, organización que ella misma creó y presidió.
"La Fundación Brigitte Bardot comunica con profunda tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, actriz y cantante reconocida en todo el mundo", señaló un comunicado enviado a la AFP, sin precisar la fecha ni el lugar del deceso.
Bardot, famosa por películas como "Y Dios creó a la mujer" y "El desprecio", protagonizó cerca de cincuenta filmes y se convirtió en un referente de estilo, con su manera sencilla y sensual de vestir, al mismo tiempo que ayudó a consolidar la leyenda de Saint-Tropez, en Francia, y de Búzios, en Brasil. A mediados de los años 1970, decidió alejarse del cine para dedicar su vida a la protección de los animales, fundando en 1986 la organización que lleva su nombre.
En los últimos años, Bardot también estuvo envuelta en la polémica por sus declaraciones sobre política, migración y caza, algunas de las cuales le valieron condenas por difamación. En el epílogo de su libro Mon BBcédaire, publicado en Francia en octubre, reflexionaba sobre la libertad.
"La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda". En ese mismo libro, describía a Francia como un país "sombrío, triste, sumiso, enfermo, dañado, arrasado, ordinario, vulgar" y manifestaba su apoyo a la derecha y su cercanía con la ultraderechista Marine Le Pen.
Bardot inició su carrera en "Les grandes manoeuvres" (1955), de René Clair, y trabajó con directores de renombre como Jean-Luc Godard en "El desprecio" (1963) y Louis Malle en "El amor es asunto privado" (1962) y "¡Viva María!" (1965), película que le valió su única nominación a mejor actriz extranjera de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión.
Aunque rodó algunas películas en inglés, nunca trabajó en Hollywood. Entre sus participaciones internacionales destacan pequeños papeles en "Helena de Troya" (1956) y "Un acte d’amour" (1953), así como "Shalako" (1968), junto a Sean Connery, una coproducción británico-alemana filmada en España e Inglaterra.
En sus últimos años, Bardot vivió en el sur de Francia, entre su icónica residencia de La Madrague y otra propiedad, La Garrigue, un refugio rodeado de vegetación donde cuidaba animales y mantenía una pequeña capilla privada.