La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su profunda consternación por la muerte de más de 460 pacientes y acompañantes en la Maternidad Saudita de El Fasher, en Sudán, luego de que la ciudad fuera tomada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), grupo paramilitar que libra una guerra contra el ejército regular desde abril de 2023.
“Estamos profundamente conmocionados por la trágica muerte de más de 460 pacientes y acompañantes tras los recientes ataques y secuestros de personal de salud”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, a través de la red X.
El organismo también denunció el secuestro de trabajadores médicos en el hospital y exigió el cese inmediato e incondicional de los ataques contra instalaciones y personal sanitario, recordando que el Derecho Internacional Humanitario protege estos espacios incluso en tiempos de guerra.

La ciudad de El Fasher, en la región de Darfur Occidental, fue tomada el pasado 26 de octubre por las FAR, marcando un punto de inflexión en el conflicto interno. De acuerdo con el Humanitarian Research Lab de la Universidad de Yale, imágenes satelitales corroboran masacres sistemáticas y ejecuciones en las inmediaciones de hospitales durante las 48 horas posteriores a la ocupación.
Autoridades locales informaron que más de 2 mil civiles han muerto desde el inicio de la ofensiva sobre la ciudad, donde se registraron ataques a mezquitas y a voluntarios de la Cruz Roja. La ONU estima que más de 33 mil personas han huido hacia comunidades vecinas como Tawila, mientras que 177 mil civiles permanecen atrapados en El Fasher sin acceso a ayuda humanitaria.
Desde el inicio de la guerra en 2023, la OMS ha documentado más de 1,200 muertes en 185 ataques contra objetivos médicos, incluyendo 49 incidentes solo en lo que va de este año.

El conflicto enfrenta al general Abdel Fatah al-Burhan, líder del ejército y jefe de facto del país desde el golpe de 2021, contra el general Mohamed Daglo, comandante de las FAR. Ambas facciones se disputan el control político y militar de Sudán, sumiendo al país en una crisis humanitaria sin precedentes.
“Todos los ataques contra la atención sanitaria deben detenerse inmediata e incondicionalmente”, reiteró Tedros, al tiempo que llamó a un alto el fuego urgente y sostenido para permitir el ingreso de ayuda internacional.