El crecimiento de la deuda pública en esta administración presidida por Andrés Manuel López Obrador podría ser el menor registrado de los últimos cinco gobiernos. Aunque se han gastado 3 billones 370 mil 972 millones de pesos (mdp) en el pago de intereses, por encima de los 3 billones 229 mil 925 mdp destinados a inversión productiva; esto significa también que será el primero de los últimos tres sexenios que pague más en sus obligaciones financieras que en inversión física.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), existen datos disponibles desde 1990 los cuales indican que, al cierre del sexenio de Ernesto Zedillo, el saldo de la deuda pública aumentó 129%, mientras que el gasto en inversión física lo hizo en un 239.3% y el pago de intereses en un 260.3%. Por su parte en la administración de Vicente Fox, el saldo de la deuda pública neta aumentó 41%, mientras creció el gasto en inversión física en un 95% y % 51.1% el costo financiero.
En el sexenio de Felipe Calderón fue donde se registró el mayor incremento en el saldo de la deuda pública neta, al aumentar 175.8% y el pago destinado por los intereses de la deuda solo un 25.3%. Finalmente, en la administración de Enrique Peña Nieto el saldo de la deuda creció menos en un 107.5%, el gasto en inversión física avanzó en un 36%.
En la actualidad, en mayo de 2023 el gasto neto destinado al costo financiero de la deuda en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es 4.37% mayor al que se ha dirigido a inversión financiera. En los dos sexenios anteriores esta comparación se recargó sobre la inversión física, de 2007 a 2012, el costo financiero absorbió 52.31% menos que la primera; y entre 2013 y 2018 fue 38.64% menor.
Cabe señalar que desde julio de 2022 el costo financiero de la deuda pública ha crecido a doble dígito, con excepción de diciembre, debido al encarecimiento del crédito a nivel internacional.