El Ejército de Israel lanzó un nuevo ataque contra la ciudad de Dahiye, suburbio chií al sur de Beirut, en el Líbano, dejando a 46 personas sin vida, durante la madrugada de este 4 de octubre.
Pocas horas antes de este ataque, el Ejército de Israel ejecutó uno de los mayores bombardeos contra Cisjordania, dejando a 18 personas sin vida.
En medio de este ataque, tres hospitales en el Líbano anunciaron la suspensión de sus actividades debido a que éstos tuvieron que ser desalojados para evitar que sus trabajadores sufrieran alguna afectación.
Esto luego de que al menos 11 miembros del personal de apoyo murieron en ataques israelíes.
Al respecto de este acontecimiento, el primer ministro libanés, Najib Mikati, instó a la comunidad internacional a presionar a Israel "para permitir que los equipos de rescate y socorro lleguen a los lugares bombardeados y les permitan trasladar a las víctimas”, ya que varias docenas de miembros del personal de emergencia han muerto en los últimos días.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad el "ciclo repugnante" de violencia en Oriente Medio.
Guterres también condenó "enérgicamente el ataque masivo con misiles de Irán contra Israel", luego de que las autoridades israelíes lo declararon "persona non grata" en su territorio por no haber manifestado esa condena el martes por la noche.