Luis Enrique Ramírez y su Momentum

La última columna publicada por Luis Enrique Ramírez en El Debate de Sinaloa, antes de su asesinato, fue titulada “Moméntum”.

Ramírez, quien logró fama nacional como periodista y entrevistador en suplementos y secciones culturales de El Financiero, El Nacional y La Jornada durante los años noventa y parte del nuevo milenio, se dedicaba desde hace más de una década a escribir la columna titulada “El Ancla”, en El Debate.

En esa última entrega recordó que a unas semanas de haber asumido la presidencia municipal de Culiacán, Tony Castañeda lo invitó a un restaurante de Sinaloa. El “delicado ambiente” del lugar “fue roto de violento modo por un hombre que profería insultos desenfrenados hacia quien esto escribe”.

“Jamás imaginamos que el punto de división de las clases sociales terminara siendo el más ordinario de todos: el dinero”, escribió Luis Enrique Ramírez.

“Tampoco imaginábamos que un miembro de la familia que encabezaron don Eustaquio de Nicolás y doña Pepita Gutiérrez de Nicolás terminra siendo como su hijo Eustaquio”, prosiguió en esa columna.

“Sobre el apellido De Nicolás, ha caído una inimaginable mancha, puesto que el resto de sus integrantes han sabido honrarlo. La sordidez del delito pertenece, por entero, a su autor”, sentenció Ramírez, en esa columna publicada el 3 de mayo de este año. Horas después, en la madrugada, sería asesinado.

Ramírez se refería a Eustaquio de Nicolás Gutiérrez, fundador y ex presidente de la desarrolladora de viviendas Homex. Considerado como un amigo y presunto cómplice de negocios del ex mandatario Enrique Peña Nieto, De Nicolás fue detenido el pasado 28 de abril en el aeropuerto de Guadalajara, acusado por el presunto desvío de un crédito de más de 456 millones de pesos en Bancomext.

El juez quinto de Distrito en Procesos Penales Federales de la Ciudad de México giró la orden de aprehensión cotra este poderoso empresario, que fundó Homex en la ciudad de Culiacán, en 1989.

El caso de De Nicolás Gutiérrez es apenas la punta del iceberg de un gigantesco fraude financiero e inmobiliario, calculado en más de 3 mil 300 millones de dólares, de acuerdo a la denuncia formal presentada ante la autoridad bursátil estadounidense (la SEC) en 2017. Se le acusa de la venta “falsa” de más de 100 mil viviendas.

¿Existe alguna relación entre el crimen de Luis Enrique Ramírez y su mención al poderoso magnate sinaolense que recibió más de 700 millones d epesos en contratos de obra pública durante el gobierno de Peña Nieto?

La fiscalía estatal no ha mencionado ninguna línea que vincule el homicidio del reportero con su obra periodística reciente y menos con su última columna, pero todos los organismos internacionales recomiendan que cuando ocurre un homicidio a un periodista lo primero es seguir la pista de sus trabajos publicados.

Quizá el Momentum de Luis Enrique Ramírez en mayo de 2022 fue mucho más trágico que en agosto de 2011, cuando huyó de Sinaloa y pidió la protección porque sintió el peligro después de 4 asesinatos presuntamente relacionados entre sí: el de Luis Domingo Pérez Hernández, ex director de Gobierno durante la gubernatura de Juan S. Millán; el de la lectora de cartas y adivinadora Oli Aloso; el del abogado Francisco Urrea y el del periodista Humberto Millán, director del portal digital A Discusión.