Decenas de misiles fueron lanzados desde el sur del Líbano hacia Israel este 3 de agosto, en represalia por la agresión del Ejército israelí, que causó la muerte de Nazih Abed Ali, en la zona de Bazuriya, Líbano, a quien Israel identificó como un alto miembro de Hezbollah, el partido político y grupo paramilitar Chií libanés.
El más reciente conflicto entre Líbano e Israel comenzó el 27 de julio, cuando autoridades israelíes aseguraron que un cohete proveniente de Líbano causó la muerte de 12 niños e hirió a 74 personas al impactar en una cancha de fútbol en los Altos del Golán. Israel describió este ataque como el más letal contra civiles desde el 7 de octubre, avivando el temor de una guerra regional más amplia entre Israel y Hezbollah, que ha negado su implicación en el incidente.
Este ataque se produjo en un momento crítico, mientras Israel y Hamás negociaban una propuesta de cese al fuego para poner fin a casi 10 meses de guerra en Gaza.
En respuesta al ataque libanés, el ejército israelí eliminó a Nazih Abed Ali, miembro de Hezbollah, en Bazuriya, sur de Líbano. Israel afirmó que Ali estaba involucrado en actividades terroristas contra Israel. La eliminación de Ali fue considerada un “duro golpe” para las capacidades de Hezbollah en el sur, especialmente después de que el grupo Chií jurara venganza por el asesinato de su líder militar, Fuad Shukr, el 31 de julio.
El mismo día, Ismail Haniyeh, jefe de Hamás, y su guardaespaldas Wasim Abu Shaaban fueron asesinados en Teherán, donde se encontraban para asistir a la investidura del presidente iraní Masud Pezeshkian. Los asesinatos de Haniyeh y Shukr incrementan el riesgo de que los combates se transformen en una guerra regional total.
México, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Suecia y Suiza han comenzado a llamar a sus ciudadanos en Líbano a abandonar el país de inmediato debido a la creciente tensión en la región.
La Embajada de México en Líbano instó a los ciudadanos mexicanos a “considerar salir” debido a la probabilidad de un conflicto entre Israel y Hezbollah.
La embajada de Estados Unidos también urgió a sus ciudadanos a partir “con cualquier boleto disponible” debido al creciente riesgo de guerra. Advirtió sobre la importancia de tener un plan de acción para situaciones de crisis que no dependa de la asistencia gubernamental y sugirió consultar las opciones de vuelo en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut.
El Gobierno del Reino Unido también pidió a sus ciudadanos que abandonen el país, alertando sobre el rápido deterioro de la situación y advirtiendo que las rutas de salida, incluidas las carreteras, podrían verse afectadas o cerradas. Instó a partir mientras aún haya opciones comerciales disponibles.