El Ministerio de Defensa de la India confirmó este 6 de mayo el inicio de una ofensiva militar denominada “Operación Sindoor”, con la que fueron atacados nueve objetivos en Pakistán y en la región de Jammu y Cachemira, bajo el argumento de desmantelar “infraestructura terrorista”.
Según el comunicado oficial, los ataques con misiles de precisión fueron ejecutados la madrugada del miércoles y no se dirigieron contra instalaciones militares pakistaníes, con el objetivo de “no escalar” el conflicto. Las autoridades indias afirmaron que la operación fue una respuesta al ataque terrorista de Pahalgam, ocurrido el mes pasado, en el que murieron 25 ciudadanos indios y un nepalí.
Pakistán negó las acusaciones, aseguró que los objetivos eran civiles y denunció la muerte de tres personas, incluido un menor de edad, además de una docena de heridos. “Esta atroz provocación no quedará sin respuesta. Pakistán responderá en el momento y lugar que elija”, advirtió el portavoz militar pakistaní, Ahmed Sharif Chaudhry, en declaraciones a Geo TV.
Las tensiones entre ambas potencias nucleares se han intensificado en las últimas semanas, especialmente tras el ataque armado en Pahalgam, en la Cachemira india, que fue el más letal contra civiles en años recientes. India responsabiliza a grupos terroristas con base en Pakistán de la masacre.
Cachemira, una región montañosa dividida entre ambos países desde 1947, ha sido el epicentro de tres guerras y múltiples escaramuzas. La Línea de Control (LOC), que actúa como frontera de facto, ha vuelto a convertirse en escenario de hostilidades.
Los ataques de este miércoles representan la acción militar más importante desde 2019, cuando India bombardeó objetivos en Pakistán tras un atentado suicida que dejó más de 40 paramilitares indios muertos.