El dueño de Tesla y la red social X (antes Twitter), Elon Musk, ganó dos licitaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para proveer del servicio de internet en México a través de la unidad de Internet satelital de Space X, Starlink Satellite Systems, hasta el 31 de diciembre del 2026.
El 18 de octubre del 2023, la CFE escogió a Starlink como la ganadora entre otras dos empresas para firmar un contrato por un mínimo de 887.5 millones de pesos y un máximo de mil 775 millones de pesos, con el objetivo de brindar el “servicio de conectividad Backhaul satelital de órbita baja”.
El contrato debió formalizarse el 20 de octubre, pero la CFE no ha informado cuando estará disponible el acceso a internet satelital de Starlink, ni cuáles serán las zonas de cobertura de la señal.
Starlink es una empresa que se ha visto envuelta en polémicas desde su fundación en 2019 con el lanzamiento de 60 satélites a la órbita terrestre.
La principal de estas polémicas se desprende de sus satélites “desechables”, pues tienen una vida útil de 5 años.
Aunque están diseñados para desintegrarse por completo en el reingreso a la tierra, un informe de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos afirma que podría haber escombros que no se terminen de desintegrar por completo.
El informe detalla que cerca de 28 mil fragmentos de los satélites podrían reingresar a la tierra y la probabilidad de que caigan sobre una persona aumenta a 61% cada año.
Asimismo, la probabilidad de que un fragmento derribe un avión cada año es de 0.07%. Aunque sigue siendo una probabilidad baja, la FAA de Estados Unidos expresó su preocupación, ya que podría ocasionar un accidente aéreo anómalo.
Actualmente Starlink tiene cerca de 5 mil satélites en órbita y cuenta con el permiso de alcanzar los 12 mil, pero Musk ha pedido aumentar esta cifra hasta 30 mil satélites lanzados al espacio.
A pesar del respaldo por parte de los gobiernos para obtener internet rápido y a un bajo costo, Starlink tiene en su contra a las empresas de comunicación Viasat, Boeing, OneWeb Global y Hughes Network Systems.
Estas empresas han intentado interceder para que no se apruebe el envío de más satélites de Starlink, ya que esto podría bloquear las comunicaciones de sus propios satélites, lo que crearía un monopolio.
Asimismo, la contaminación lumínica y medioambiental de los satélites de Musk complica la observación de los astros, además de que ya hay una gran cantidad de basura espacial en la órbita de la tierra.
Por si fuera poco, una de las problemas más alarmantes es que, según algunos expertos, se estima que en el 50% de los incidentes espaciales están involucrados los satélites de Musk.