Como parte de la estrategia legal en contra del tráfico ilícito de armas, el Gobierno de México a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó argumentos orales ante la Corte de Apelaciones del Primer Circuito en Boston, Massachusetts.
El día de hoy se celebró la audiencia de apelación en la que se escucharon los argumentos orales de México en su demanda contra las empresas manufactureras de armas.
En la audiencia se insistió en que el comercio negligente de empresas que distribuyen y venden armas en Estados Unidos facilita su tráfico ilícito en México.
Así lo reiteró el consultor jurídico en la cancillería, Alejandro Celorio Alcántara: “La ley estadounidense que otorga inmunidades a quienes fabrican y comercian armas no tiene efectos por los daños causados en territorio mexicano”.
Señaló que en México sólo existe una tienda en donde se pueden adquirir armas de fuego y de un calibre restringido, mientras que en Estados Unidos se pueden adquirir muchas armas con mayor facilidad y con “un poder de fuego muy elevado”.
Y dio a conocer que son dos demandas las que el Gobierno de México ha presentado en la Corte Federal de Boston. La primera fue desechada y dictaminaron que el litigio no podía proceder porque existe una ley de inmunidades que le impide al gobierno demandar a las empresas, hoy se apeló esta decisión, y se espera que se pueda continuar y pasar a la etapa de presentación de evidencia.
La segunda demanda se presentó en Tucson, Arizona, a cinco empresas que venden armas por su comercio irresponsable y negligente que facilita el tráfico ilegal de armas en el país.
La diferencia radica en que la demanda en Boston apunta a fabricantes y distribuidores, al origen de la cadena de distribución y venta, y la demanda en Tucson está dirigida a los actores en el último punto de la cadena de distribución y venta, por lo que se busca señalar que todos los que actúan con negligencia o de manera ilícita son responsables del tráfico de armas en México.
A través de este litigio el Gobierno de México reitera que es importante combatir el tráfico ilícito de armas comenzando con el énfasis en que las empresas que las venden y distribuyen deben hacerlo de una manera transparente, responsable, y con rendición de cuentas.