El expresidente de Uruguay e ícono de la izquierda latinoamericana José Alberto Mujica Cordano, mejor conocido como Pepe Mujica, falleció este 13 de mayo, tras luchar contra un cáncer de esófago.
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, José "Pepe" Mujica fue una de las figuras más emblemáticas de la política contemporánea en latinoamericana y del mundo entero, conocido por su liderazgo como presidente de Uruguay entre 2010 y 2015 con una agenda progresista y su gran interés por apoyar a las clases desfavorecidas.
En su juventud, se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, grupo guerrillero que luchó contra la dictadura militar uruguaya en las décadas de 1960 y 1970, lo que lo llevó a enfrentar casi 15 años de prisión, gran parte de ellos en aislamiento extremo y siendo víctima de tortura.
Con el retorno de la democracia en Uruguay en 1985, “Pepe” fue liberado y fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP) dentro del Frente Amplio. Desde allí, recorrió un largo camino hasta convertirse en presidente de Uruguay en 2010, mandato que marcó un antes y un después la historia del país sudamericano.
Durante su gestión, impulsó iniciativas que colocaron a Uruguay a la vanguardia en temas de derechos civiles y sociales, como la legalización del matrimonio igualitario, la regulación del mercado del cannabis y la despenalización del aborto.
Estas políticas no solo reflejaron una agenda progresista, sino que también buscaron abordar problemas estructurales como la desigualdad, la salud pública y la justicia social.
El autodenominado “presidente más pobre del mundo” donó el 87% de su salario a programas sociales de su partido, en especial a uno, destinado a reubicar a habitantes de zonas pobre. Al finalizar su mandato se mudó junto a su esposa, la senadora Lucia Topolansky a una pequeña granja a las afueras de Montevideo, donde se dedicó a sembrar flores y hortalizas.
José Mujica enfrentó problemas de salud relacionados principalmente con su avanzada edad, su historia como exguerrillero y su paso por la cárcel. Una de sus afecciones más conocidas fue la enfermedad pulmonar crónica, asociada a años de tabaquismo, hábito que abandonó tiempo después.
La enfermedad pulmonar crónica afectó su capacidad respiratoria y lo llevó a reducir su participación en actividades públicas. Además, fue diagnosticado con cáncer de esófago, enfermedad con la que luchó desde abril de 2024 y a pesar de los tratamientos de radioterapia a los cuales se sometió, el cáncer se extendió a más partes de su cuerpo y finalizó con su vida.
En su última entrevista, Mujica declaró que estaba muriendo, por lo que decidió no seguir con ningún tratamiento para poder descansar y morir tranquilo, además, refirió que estaba haciendo los trámites necesarios para ser enterrado en el jardín de su casa, en el Cerro de Montevideo, junto a su perra Manuela, bajo un árbol que él mismo sembró.
“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni una cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”.
“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo.