Cerca de 300,000 personas tomaron las calles de Francia desde el 5 de septiembre para protestar en contra del nombramiento del político de centroderecha Michel Barnier como nuevo primer ministro francés, un acto que Jean-Luc Mélenchon, líder del partido Francia Insumisa, calificó como “un robo para los franceses”, ya que, en las elecciones legislativas de 2024, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular ganó la mayoría en la Asamblea Nacional.
Francia es una república semipresidencialista con un primer ministro, que ocupa las funciones de jefe del Gobierno, y es designado por el presidente, quien es el jefe del Estado y es elegido a través del sufragio directo. De esta manera se busca que el presidente tenga un contrapeso.
Mientras que el poder legislativo, que reside en el Parlamento francés, se conforma con un sistema bicameral entre la Asamblea Nacional, Cámara Baja, y el Senado, la Cámara alta.
Actualmente el primer ministro y otros ministros son designados por el presidente, quien no tiene obligación constitucional de elegir a un primer ministro de entre las filas del partido mayoritario en el Parlamento, que en la actual legislatura está conformada por la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular.
Es en este contexto legal que el presidente Macron nombró al político de derecha Michel Barnier como primer ministro, pese a que el sufragio francés prefirió las propuestas de izquierda, lo que desató las multitudinarias protestas del pasado 8 de septiembre.
Tras la controversia, Michel Barnier, que asumió el cargo el jueves, busca calmar los ánimos y declaró que está dispuesto a negociar con todos los partidos del espectro político francés.
El contexto político en Francia ha estado marcado por la tendencia a la izquierda del pueblo francés, al mismo tiempo que la ultraderecha, liderada por la diputada Marine Le Pen, ha cobrado relevancia por el vínculo de la Cámara Baja francesa con el presidente Emmanuel Macron.
Esta no es la primera ocasión en la que el pueblo francés se manifiesta de forma multitudinaria contra Macron. Desde 2023, cuando el presidente francés anunció una Reforma a la ley de jubilaciones que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años y aumentó los años para poder acceder a esta, cientos de miles de personas se manifestaron diariamente en contra de su gestión por más de tres semanas.
Desde abril de 2023 Emmanuel Macron se ha enfrentado a las constantes manifestaciones en contra de su gobierno, por lo que la designación del primer ministro Michel Barnier el pasado 5 septiembre de 2024 produjo una nueva ola de movilización cívica, ya que los ciudadanos denuncian que su voluntad expresada a través del voto mayoritario para la izquierda fue ignorada al designar al político de derecha como su contrapeso en el sistema semipresidencial francés.