Elisa Acuña Rossetti, maestra, periodista y revolucionaria mexicana, nacida el 08 de octubre de 1872 en Mineral del Monte, Hidalgo, fue la protagonista de la sección “Mujeres en la Historia” presentada en la Mañanera del Pueblo de este 31 de octubre.
Para conmemorar el inicio de mes de noviembre, fecha en la que se rememora la Revolución Mexicana, la subsecretaria de la Secretaría de Educación Pública, Angélica Noemi Juárez Pérez, anunció que las cápsulas de las próximas semanas estarán dedicadas a las mujeres “que le dieron luz, propaganda, ideas” a la Revolución Mexicana y proyectó un vídeo que realiza un recorrido por la vida política de Acuña.
Entre los momentos más destacados de la trayectoria de esta precursora del feminismo, se encuentra su vinculación, a principios del siglo XX, con el grupo opositor al entonces presidente Porfirio Díaz, el Club Liberal Ponciano Arriaga, del cual ocupó el cargo de Vocal en la Mesa Directiva y en el que compartió espacio con figuras tales como los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón. En esta organización se discutían textos e ideas revolucionarias y organizaron un movimiento en contra de la dictadura porfirista que fue reprimido.
En 1903, Elisa Acuña, acusada de incitar a la violencia, fue presa política en la Cárcel Nacional, mejor conocida como cárcel de Belén, que existió en la Ciudad de México de 1862 a 1933. En aquella ocasión, la revolucionaria fue encarcelada junto a la maestra Juana Belén Gutiérrez, compañera de ideas, y junto a redactores de El hijo del Ahuizote, publicación política de oposición al régimen de Díaz.
Otro momento destacado ocurrió en 1910, cuando participó en la fundación del Club Femenil Antirreeleccionista “Las hijas de Cuauhtémoc”, que conglomeró a más de 300 mujeres y exigió a Díaz mejores condiciones laborales para las mujeres, organizó huelgas, demandó un profundo cambio social y político y creó el periódico La guillotina. Además, en este período Elisa Acuña participó en la organización de la gran Convención Anti-Reeleccionista en apoyo a la candidatura de Francisco I. Madero a la presidencia.
Posteriormente, en 1920 esta luchadora social participó en la creación del Consejo Feminista Mexicano, que reunió a las mujeres propagandistas que participaron en la Revolución Mexicana y reclamó a los hombres revolucionarios la falta de reconocimiento a las mujeres que formaron parte del movimiento.
Por último, cuando se creó la Secretaría de Educación Pública, el 3 de octubre de 1921, la maestra se unió al proyecto de formación para las escuelas rurales y, para 1927, se convirtió en jefa de la sexta misión cultural en San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes. Estas misiones pretendían transformar las comunidades rurales mediante el acceso a la educación, la cultural, el deporte, entre otros.
Juárez Pérez manifestó que es de suma relevancia honrar y reconocer la historia de mujeres que, como Elisa Acuña, son “protagonistas de revoluciones” puesto que su trabajo ha determinado sustancialmente la historia de nuestro país.