Nueva información difundida por un medio italiano reveló que el Vaticano encubrió por más de 50 años al sacerdote mexicano y líder de la organización “Los Legionarios de Cristo”, Marcial Maciel.
Los documentos confirman que el Vaticano tuvo conocimiento “de la dudosa moral de Maciel”, e incluso de abusos graves contra sus jóvenes seminaristas, durante 5 décadas, sin embargo, fue hasta 2006 cuando “lo sancionaron”.
Incluso, estos archivos señalan que el Papa Pío XII intentó sancionar de manera enérgica al mexicano y ordenó su suspensión en 1956 “para que se dedicara a curarse”, sin embargo, tras su muerte en 1958, los “legionarios de Cristo” aprovecharon el vacío de poder para salvar su nombre y a la organización.
Maciel fundó Los Legionarios de Cristo en enero de 1941, a los 21 años de edad, sin embargo, detrás de esta organización se encontraba un infierno en el que su fundador y muchos de sus seguidores abusaron de cientos de menores, logrando un encubrimiento que se extendió durante varias décadas.
Los datos oficiales señalan que un total de 175 menores de edad fueron victimas de violaciones cometidas por 33 sacerdotes de la congregación, mientras que otros 90 alumnos de escuelas y seminarios dependientes fueron abusados por 54 seminaristas, de los cuales 46 nunca llegaron a ordenarse como sacerdotes, sin embargo, diversos investigadores han señalado que estás cifras son solo la punta del iceberg, argumento que tomó fuerza cuando los “Panama Papers” revelaron que los Legionarios de Cristo también sirvieron para cubrir el lavado de más de 300 millones de dólares.
Cuando el Papa Benedicto XVI anunció que abriría una investigación contra Maciel y “sus legionarios”, la congregación montó un complejo esquema de triangulación financiera, haciendo llegar el dinero a un fideicomiso en Nueva Zelanda, transitando por Suiza, Estados Unidos, Inglaterra y México.
En 2021, el medio El País reportó que los legionarios montaron durante la última década una estructura offshore que les permitió mover millones de pesos bajo una estructura de empresas utilizadas para esconder a otras empresas con el fin de ocultar que los beneficiarios finales eran las órdenes religiosas más importantes del mundo, varias de ellas vinculadas a la familia Garza Medina.
Los encubridores de Marcial Maciel
Los documentos del Vaticano fueron revelados por el medio italiano Corriere della Sera, los cuales señalan que, en 1956, cuando se ordenó la suspensión de Maciel, este se reunió con un alto mando católico, identificado como el cardenal Giuseppe Pizzardo, quien no lo sancionó, únicamente le pidió “curarse”.
Las investigaciones contra Maciel continuaron tras la muerte de Pio VII, sin embargo, de acuerdo con los documentos expuestos, durante el papado de Juan XXIII, el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Dell’Acqua le aconsejó al Papa no suspender a Maciel, lo que continuó durante todo el Siglo XX.
El medio italiano refiere que el Vaticano encubrió a Maciel por más de medio siglo por tres razones: primero, porque ayudaba a reclutar a jóvenes mexicanos en una época en la que nuestro país tenía un perfil anticlerical, en segunda instancia, porque las acusaciones contra Maciel fueron atribuidas a “conspiraciones comunistas”, y finalmente porque los Legionarios de Cristo fueron una organización famosa por la gran suma de fondos que recaudaba para la causa católica.