El Jueves Santo es una festividad religiosa que conmemora la última cena de Jesucristo con sus discípulos antes de su crucifixión. Durante esta cena, Jesús realizó el lavado de pies de sus discípulos, un gesto humilde y simbólico que representaba su servicio y amor por ellos. Este acto se ha convertido en una tradición para muchas iglesias cristianas, especialmente para la Iglesia Católica, que lo celebra en todo el mundo.
En el Vaticano, el lavado de pies se lleva a cabo en la Basílica de San Pedro por el Papa. Durante la ceremonia, el Papa se arrodilla y lava los pies de doce personas que representan a los doce apóstoles. Estas personas suelen ser seleccionadas por su servicio a la comunidad, y el Papa les lava los pies como un símbolo de humildad y servicio. La ceremonia se lleva a cabo en un ambiente solemne y emotivo, y es un recordatorio para todos los fieles cristianos de la importancia del servicio y la humildad en la vida cristiana.
Este año el Papa Francisco realizó esta ceremonia lavandole los pies a doce presos, diez hombres y dos mujeres, de “Casa del Marmo en Roma”, una cárcel de menores ubicada en la periferia de Roma.
La “Pasión de Cristo” que se realiza en Iztapalapa, Ciudad de Mëxico, comenzó el domingo 2 de abril con el tradicional “Domingo de Ramos” y continúa este jueves en donde se festejará el aniversario 300 del Señor de la Cuevita y para ello se llevará a cabo un recorrido conmemorativo mostrando la imagen del “Santo entierro”. A las 14:00 horas iniciará un recorrido por las siete casas que finalizará en la macroplaza, se llevará a cabo el lavatorio de pies con los integrantes de la representación.