La Universidad de Columbia anunció este martes sanciones contra un número no especificado de estudiantes que participaron en la ocupación de la Butler Library y otras protestas contra la Israel y la violencia en Palestina ocurridas a inicios de mayo, en lo que activistas califican como “la mayor suspensión colectiva por una protesta política en la historia del campus”.
Las medidas disciplinarias, comunicadas a unos 80 estudiantes, incluyen desde suspensiones de uno a tres años hasta expulsiones definitivas y la revocación de títulos universitarios, según confirmaron fuentes de la institución y de colectivos estudiantiles.
La universidad señaló que las sanciones fueron resultado de investigaciones realizadas por el University Judicial Board, que determinó violaciones graves a las normas de conducta y uso de instalaciones académicas. Los estudiantes afectados habían permanecido fuera del campus mientras duraban las indagatorias.
El endurecimiento de las medidas ocurre en medio de una creciente presión del Gobierno de Donald Trump, que mantiene congelados cerca de 400 millones de dólares en fondos federales para Columbia, alegando una respuesta insuficiente ante incidentes de antisemitismo y protestas disruptivas.
Como parte de sus esfuerzos para recuperar los fondos, Columbia adoptó recientemente la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), una decisión criticada por organizaciones estudiantiles y defensores de la libertad de expresión, quienes advierten que podría usarse para restringir manifestaciones críticas hacia Israel.
Los colectivos pro-Palestina de la universidad han convocado a nuevas movilizaciones y advirtieron que apelarán las sanciones, acusando a Columbia de “criminalizar la disidencia política bajo presión gubernamental”.