Un tribunal federal de Estados Unidos bloqueó la entrada en vigor de los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump el pasado 2 de abril, argumentando que el exmandatario excedió su autoridad legal al imponer gravámenes de forma generalizada sobre importaciones de países con superávit comercial frente a Estados Unidos.
La decisión judicial representa un revés para las intenciones del exmandatario republicano, quien buscaba aplicar aranceles amplios como parte de su estrategia para reducir el déficit comercial y presionar a socios como China, México y Alemania a renegociar sus relaciones económicas con Estados Unidos.
El tribunal concluyó que Trump no tenía base legal suficiente para justificar la imposición de aranceles masivos bajo la legislación vigente, la cual exige evaluaciones específicas por sector o riesgo a la seguridad nacional, y no permite medidas generalizadas basadas únicamente en balances comerciales desfavorables.
Economistas y expertos en derecho comercial habían advertido que las medidas propuestas podrían haber desatado represalias internacionales, incrementado los costos de productos para consumidores estadounidenses y afectado negativamente a sectores industriales clave.
Aunque la sentencia puede ser apelada, representa una victoria para los sectores empresariales y legisladores que han criticado el uso unilateral de aranceles como instrumento de política económica.
La Casa Blanca anunció que apelará la decisión del tribunal.