El parlamento de Chile aprobó el día 29 de enero una reforma al Sistema Nacional de Pensiones, el cual busca mejorar jubilaciones de los trabajadores y también propone cambios significativos al modelo creado desde hace más de cuarenta años por la dictadura chilena.
La iniciativa que fue impulsada por el Gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, se debatió durante una larga sesión y fue respaldada en la Cámara de Diputados por una amplia mayoría, tanto del partido Frente Amplio, Democracia Cristiana y de gran parte de la coalición de derecha Chile Vamos.
Cabe señalar que el actual sistema nacional de pensiones en Chile obliga a cada trabajador formal a aportar el 10 % de su sueldo mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile, la cual, es gestionada por las administradoras privadas de pensiones.
La reforma que buscan beneficiar a 2.8 millones de jubilados al incrementar sus pensiones de 14% al 35%, lo que permitirá que la pensión básica universal de los trabajadores pueda llegar a los 250 mil pesos.
Asimismo, la modificación también subirá de manera gradual la cotización de los pensionados hasta llegar a un 17 %, lo cual estará a cargo del empleador y también creará un seguro social para pensionados; así como endurecer la regulación de la industria para hacerla más competitiva.
La reforma, que sufrió modificaciones sustantivas desde que fue presentada por la Administración de Boric en noviembre de 2022, supone la mayor reforma en 40 años al sistema privado de capitalización individual creado durante la dictadura de Augusto Pinochet, la cual se dio durante el periodo de 1973-1990.
Esta reforma, fue considerada por el presidente chileno como una “contundente victoria” tras fracasar en su intento de modificar la Constitución de Augusto Pinochet y de subir los impuestos a los ricos a través de una ley tributaria rechazada por el Congreso.
El sistema de pensiones chilenos fue instaurado en 1981, en plena dictadura de Augusto Pinochet, cabe señalar que el sistema chileno fue pionero en la región en instalar la capitalización individual y obligar a cada trabajador formal a aportar el 10 % de su sueldo mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile, gestionada por las polémicas administradoras privadas de pensiones.
A través de un mensaje en sus redes sociales, el presidente de Chile, Gabriel Boric, destacó su alegría por la aprobación de la reforma y mencionó que “son las caras visibles de las personas mayores que a lo largo de Chile verán cómo aumentan sus pensiones y que al fin, tienen una respuesta a esta deuda que se arrastra por tanto tiempo”.
“Esta reforma tiene mucho de trabajo, cariño, solidaridad y esperanza. Reconocer a quienes han trabajado toda una vida, dentro y fuera de la casa, es un acto de justicia que guio el gran esfuerzo de la ministra Jeannette Jara Román y del ministro Mario Marcel. Este logro histórico es de ustedes, las pensionadas y pensionados. Seguiremos trabajando unidos porque las personas mayores merecen más, merecen dignidad”, señaló Gabriel Boric.