El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, aseguró que el ataque a tres bases nucleares en Irán emprendido el pasado 21 de junio bajo el nombre “Operación Martillo de Medianoche”, causó daños y destrucción tremendamente severos y “devastó” el programa nuclear del país.
En una conferencia de prensa con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, desde el Pentágono, Hegseth afirmó que con esta operación, dirigida a las centrales de Fordow, Natanz e Isfahan, se arrasó con el programa de energía nuclear de Irán mediante ataques aéreos realizados con precisión, los cuales involucraron siete bombardeos furtivos B-2 Spirit.
El secretario detalló que esta operación “tomó meses y semanas de posicionamiento y preparación” para ser enviados cuando el presidente Donald Trump diera la orden, sin embargo, advirtió que Estados Unidos “no busca la guerra” pero añadió que “actuaremos con rapidez y decisión cuando nuestro pueblo, nuestros socios o nuestros intereses se vean amenazados.
Por su parte, Dan Caine aseguró que los ataques fueron “concentrados, potentes y claros” y destacó que el principal objetivo de Wahsington era el sitio subterráneo de Fordow, el cual, añadió, “creemos que logramos la destrucción de capacidades”.
Caine señaló que “en total, las fuerzas estadunidenses emplearon aproximadamente 75 armas guiadas de precisión durante esta operación. Esto incluyó, como declaró el presidente anoche, 14 GBU de 30 mil libras, 57 penetradores de artillería masiva, lo que marca el primer uso operativo de esta arma” y relató que los aviones estadounidenses parecen no haber sido detectados por las defensas aéreas de Irán.
Hegseth aseguró que esta misión no busca un “cambio de régimen” y que Trump “una operación de precisión para neutralizar las amenazas a nuestros intereses nacionales planteadas por el programa nuclear iraní y la defensa colectiva de nuestras tropas y nuestro aliado Israel”.
Además, señaló que “Irán haría bien en prestar atención” a la advertencia del mandatario estadounidense sobre que “cualquier represalia de Irán será respondida con una fuerza mucho mayor” que la del ataque sorpresa y abrió la posibilidad de entablar una salida diplomática:
“Se están enviando mensajes públicos y privados directamente a los iraníes a través de múltiples canales, brindándoles la oportunidad de participar en la negociación. Entienden con precisión la postura estadounidense y qué medidas pueden tomar para lograr la paz, y esperamos que así sea”.