La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, aseguró que la brújula que sigue el gobierno de México para una de las principales preocupaciones de la región es humanizar la migración.
En el marco de la 78 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (AGONU), Bárcena resaltó que se requiere un cambio de paradigma de desarrollo que redistribuya el poder y la riqueza en las naciones, cerrando la brecha entre los ricos y los pobres.
“Con esta visión humanista, México encara el reto en la movilidad humana. Nos ha puesto la geografía ineludiblemente en un lugar muy complicado, pero México tiene una brújula muy clara: humanizar la migración”; detalló la representante de México ante la AGONU.
Sobre el trabajo del Gobierno de México para atender el tema migratorio, la funcionaria detalló que nuestro país ha priorizado el diálogo con los actores involucrados en la movilidad de personas en la región, tomando en cuenta la posición geográfica que México tiene respecto a uno de los principales receptores de migrantes, Estados Unidos.
En una de sus participaciones en uno de los foros diplomáticos de más alto nivel, la canciller señaló que la migración debe ser una opción y no una obligación, asegurando que cuando una persona migra debe hacerlo de manera segura, ordenada y regular.
De igual forma, la canciller mexicana condenó, en nombre del Gobierno de México, la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual describió como “violatoria de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional”.
“Tenemos que dejar de hablar de guerra y empezar a hablar de paz”, sentenció Bárcena.
Alicia Bárcena exhortó a las naciones a sumar esfuerzos para atender un fenómeno que “concierne a toda la comunidad internacional, a todos en su conjunto”, e instó a los mandatarios presentes a aportar voluntad y recursos a las comunidades de origen.
La titular de la SRE presentó ante el foro una propuesta para establecer modelos de gestión migratoria que protejan los derechos humanos y ofrezcan espacios de reinserción social y laboral a las personas en situación de movilidad.
“Como bien lo señaló el secretario general, a 75 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es momento de ponerle fin a la persecución y demonización de los migrantes. No aceptamos, por cierto, y conectado a ello, que se ponga en duda el carácter progresivo de los estándares internacionales en materia de igualdad de género ni el respeto a la diversidad sexual, que nos ha costado tanto edificar”, señaló Bárcena.