Llegó marzo y con este mes, antes que la primavera, llega el Día Internacional de la Mujer; y con esta conmemoración, llega una ola de cuestionamientos sobre la marcha feminista, en cuanto a los derechos de las mujeres ¿ya tienen muchos, no? y respecto a si esas son formas o no.
En los últimos días me ha llegado por diferentes vías un argumento que no estoy segura de dónde salió, pero aquellos que aún se resisten a entender el movimiento se quejan ahora de que la pena de cárcel por feminicidio sea más alta que la del homicidio y cuestionan ¿vale más la vida de una mujer?
Todas las vidas son igual de valiosas, no nos dejemos llevar por falsas premisas, el meollo del asunto aquí es que el feminicidio tiene una pena más alta porque es un delito diferente al homicidio; es decir, si nosotros revisamos las estadísticas de homicidios en nuestro país, vamos a encontrar información desagregada donde se expone el número de homicidios de mujeres, el número de homicidios de hombres, y, por otra parte, el número de feminicidios.
También cabe la pena aclarar que en cuanto al delito de homicidio existen supuestos que se consideran como agravantes, lo que puede resultar en un homicidio calificado, delito para el cual se contempla una pena máxima igual a la que se estipula para el feminicidio [1].
¿Qué significa todo esto? Que no todas las veces que una mujer es privada de su vida se considera que hubo un feminicidio, si bien las investigaciones de muerte de las mujeres deben ser llevadas a cabo con perspectiva de género, el delito de feminicidio tiene entre sus agravantes la presencia de violencia sexual, mutilaciones, actos de necrofilia, antecedentes de violencia familiar, relación de parentesco/afinidad, antecedentes de acoso, incomunicación, dejar el cuerpo expuesto públicamente o alguna forma de explotación.
Basta con ver los números, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el registro de delitos del 2024 se tienen 2 mil 564 homicidios dolosos de mujeres a nivel nacional, mientras que se reportan únicamente 839 feminicidios, esto con base en la información proporcionada por las Fiscalías de los 32 estados que conforman nuestro país.
Es importante resaltar que estas son las cifras oficiales, no sabemos cuántos de esos homicidios de mujeres pudieron tal vez encuadrar también en el delito de feminicidio. Si sumamos ambas cantidades encontramos que en México son asesinadas en promedio 10 mujeres al día, no es porque una vida valga más pero, ¿por qué nos están matando?
Otra pregunta que resuena es el ¿Por qué marchan?, acompañado de un “ya tienen todos los derechos, hasta de más”. La realidad es que los derechos de las mujeres han sido una conquista de muchos años, son derechos que no teníamos por el simple hecho de haber nacido mujeres, derechos que siempre han tenido los hombres…por el simple hecho de haber nacido hombres.
Asimismo, continúa habiendo una agenda pendiente respecto a nuestras libertades; en lo político, no basta con poder llegar a puestos de elección popular, es necesario que las mujeres estemos en los espacios claves de toma de decisiones; en lo laboral, nos abrimos paso para ser parte de la fuerza de trabajo, pero no se redistribuyeron las labores de cuidado en los hogares, y; en lo social, la violencia contra las mujeres va en ascenso ¿cómo vamos a hacer para detenerla? ¿algún día podremos vivir libres de violencia?
Algunas personas piensan que más derechos para las mujeres significan menos derechos para los hombres, la realidad es que los derechos humanos no son un pastel que se reparte por rebanadas, a lo que aspiramos es que existan todos los derechos para todas las personas.
La necesidad de seguir saliendo a marchar proviene de la resistencia constante que representa el haber conquistado nuestros derechos como mujeres; se pensaría que una vez alcanzados ciertos derechos podríamos dejar de manifestarnos y todo quedaría ahí, pero la realidad es que no, el sistema patriarcal en el que vivimos y la persistencia de los estereotipos de género amenazan con llevarnos a un retroceso en los derechos que hemos alcanzado, sino me creen volteen a ver a los líderes actuales a nivel mundial: hombres que creen que no es necesario hablar de los derechos de las mujeres.
Por este motivo y por los temas que aún siguen pendientes en la agenda, es necesaria nuestra manifestación y nuestra insistencia; vale más que sigamos luchando todas juntas.
[1] De acuerdo con el Código Penal Federal, al delito de homicidio simple intencional se le impondrá una pena de 12 a 24 años de prisión [artículo 307]; al delito de feminicidio se le impondrá una pena de a 40 a 60 años de prisión [artículo 325]; y al delito de homicidio calificado se le impondrá una pena de 30 a 60 años de prisión [artículo 320].