“¡Un fantasma recorre México, el fantasma del COMUNISMO!” se escucha en los pasillos embrujados de la sede nacional del PAN. Su dirigente, Marko Cortés ha exclamado lo impensable para las sociedades actuales: “¡quemen los libros de texto! ¡quieren adoctrinar a nuestros hijos e hijas!”, frases acordes a la trama de Fahrenheit 451, icónica novela de ciencia ficción del escritor estadounidense Ray Bradbury. Irreales y también muy desconcertantes los argumentos recientes de la derecha conservadora mexicana para golpear al proyecto de nación que representa la Cuarta Transformación, dignos del mismísimo oscurantismo medieval y por qué no decirlo, también un tanto irrisorios por querer retomar los planteamientos base de la guerra fría que dominó e hirió a la humanidad gran parte del siglo pasado. ¿Cuál es la realidad?
Las nuevas ediciones de los libros de textos gratuitos para el nivel básico de educación en nuestro país han sido el nuevo pretexto para atacar, no solo al proyecto político que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, además es parte de una estrategia global patrocinada por los grupos internacionales ultra conservadores de derecha que desacreditan, no solo a las propuestas progresistas de izquierda, también a cualquier grupo de atención prioritaria y/o en alguna situación de vulnerabilidad como lo somos las poblaciones de la diversidad Sexual y de género. Les desprecian en su pensamiento, sus actos y también en sus omisiones.
La violenta afrenta que sufrimos quienes nos identificamos como lesbianas, gays, bisexuales, trans, no binaries, intersexuales, queers o con alguna otra identidad diversa, por parte de grupos conservadores radicales es muy preocupante y merece de toda la atención para lograr articular estrategias efectivas para desmentir e informar a la población en general.
Y es que estos grupos conservadores y en muchos casos, religiosos también, han ido propagando la falacia de la inexistente “ideología de género” supuestamente practicada por la población LGBTTTIQ+. La derecha radical invalida las identidades trans, les minimiza y difama como personas charlatanas y depravadas, rechazando la inexistencia de cualquier otra identidad que no encaje o corresponda al binarismo hegemónico de la dicotomia hombre/mujer. Confunde conceptos como la orientación sexual con la propia identidad de género y pone en un mismo saco al pedófilo con el gay o la lesbiana, al violador con las personas trans. Totalmente ignorante y ruin el razonamiento.
Este mismo discurso es el que se ha desatado en semanas recientes de la mano del famoso fantasma comunista impregnado en los nuevos libros de texto. Pues no solo basta decir que en sus páginas se busca adoctrinar a la niñez mexicana con supuestas ideas importadas de la otrora Unión Soviética, Cuba y Lucio Cabañas, también se intenta satanizar la acertada inclusión en sus páginas de educación sexual, respeto a la diversidad Sexual, no discriminación y trato igualitario. "¡Quieren sexualizar a nuestros hijos! dicen los conservadores religiosos pero en realidad no se dan cuenta de la falsa moral que practican al no permitir que las nuevas generaciones crezcan con educación libre de violencias ante la normal diversidad y pluralidad que caracteriza al ser humano.
En efecto no somos iguales, pues la gran diversidad cultural, religiosa, fenotípica y genotípica, sexual, ideológica y social que caracteriza a nuestra especie es inherente en cada persona y querer imponer un solo pensamiento y forma de vida es por demás imposible e ilógico. La educación impartida en el núcleo familiar es complementaria de la educación recibida en las aulas y en conjunto van formando a la niñez en valores y principios. Los contenidos de estos libros de texto fomentan el respeto, la inclusión, la no discriminación y la sana convivencia entre nuestras diferencias naturales, siempre a partir de lo colectivo.
¿Por qué seguir permitiendo que se normalice el llamado bullying en las escuelas? ¿Por qué no capacitar al personal docente de escuelas públicas y privadas para prevenir y desactivar actitudes discriminatorias por cualquier característica física, identidad o expresión de género, discapacidad o condición de vida? ¿Que tiene de malo formar a las nuevas generaciones en la cordialidad, compañerismo y camaradería en vez de la segregación y el violento sectarismo? Son preguntas que no les gusta responder a quien llama adoctrinamiento e ideología la nueva visión pedagógica en los libros de texto gratuitos.