La Difícil Misión de Joe Biden en Israel

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció que este miércoles 18 de octubre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizará una visita relámpago a Israel, su aliado estratégico en Medio Oriente, en medio de una escalada de violencia lanzada por la potencia militar israelita para “castigar” colectivamente a toda la población de Gaza en represalia por el ataque terrorista de Hamas, y en medio también de una escalada de protestas en prácticamente todos los países de Europa contra la decisión del gobierno de Benjamin Netanyahu para invadir la pequeña franja donde habitan más de 2.3 millones de personas.

La crisis humanitaria en Gaza ha despertado todos los focos rojos mundiales. Israel sobrestimó la solidaridad internacional ante el ataque terrorista de Hamas, el pasado 7 de octubre, y se sintió con el respaldo suficiente para asfixiar ilegalmente desde el domingo 8 de octubre a los habitantes de esta zona cortando el suministro de alimentos, medicinas, combustibles, agua. Un auténtico “Estado de sitio”.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant prometió “eliminar a Hamas de la faz de la tierra” y ha lanzado mensajes tan incendiarios contra la población palestina que hablan de una vocación genocida inaudita. No fue casual que durate todo este fin de semana se realizaron protestas en las calles de Madrid, Paris, Pakistán, Holanda, Marruecos, Nueva York y en el simbólico campus universitario de Harvard para acusar a Israel de pretender un genocidio en Gaza.

Las Naciones Unidas han condenado el “sitio de Gaza” con expresiones muy duras y recordándole a Israel que hasta en la guerra hay reglas y éstas no se han respetado contra la población civil, menos contra decenas de niños y niñas palestinos, muertos y heridos, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo.

“El espectro de la muerte planea sobre Gaza. Sin agua, sin energía, sin comida y sin medicinas, miles de personas van a morir en Gaza. Clara y simplemente”, redactó en la red social X, Martin Griffiths, coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU.

El Fondo de Población de Naciones Unidas informó que 50 mil mujeres embarazadas en la franja de Gaza se enfrentan a un escenario “de pesadilla”. “El sistema de salud de Gaza se encuentra en estado crítico. Está siendo atacado, al borde del colapso y nos encontramos aquí con embarazadas que no saben a dónde ir”, declaró Dominic Allen, representante de la ONU en los territorios palestinos.

Hasta el papa Francisco, en su Angelus del pasado domingo, lanzó un “¡Basta!” a la muerte de inocentes y subrayó “Las guerras siempre son una derrota”. Le pidió a Israel y a Hamas frenar la muerte de mujeres, niños y ancianos y demandó establecer un corredor humanitario en Gaza para salvar a la población. El prelado católico invitó a todos los creyentes católicos a dedicar este martes 17 a una jornada de oración y ayuno por la Tierra Santa.

Frente a esta ola de repudio al bombardeo indiscriminado de Israel sobre Gaza, el presidente norteamericano Joe Biden declaró en el programa televisivo 60 Minutos que sería “un gran error” que Israel volviera a ocupar el territorio de la franja palestina.

“Lo que pasó en Gaza, en mi opinión, es que Hamas y los elementos extremistas de Hamas no representan a todo el pueblo palestino. Y creo que sería un gran error que Israel volviera ocupar Gaza”, afirmó para la incomodidad de la ultraderecha israelí que considera legítimo extender la ocupación que mantienen sus tropas en esta zona.

“Estoy seguro de que Israel actuará bajo las reglas de la guerra. Por eso confío en que los inocentes de Gaza tendrán las posibilidades de tener acceso a medicinas, alimentos y agua”, subrayó Biden. En otras palabras, la Casa Blanca le puso un freno de hierro al ejército israelí y a la necesidad urgente de Netanyahu de ganar legitimidad para su debilitado gobierno con una campaña bélica sin precedentes.

La misión de Biden el próximo miércoles en Israel no será nada fácil. Enfrenta a la extrema derecha de los republicanos, en su propio país, que busca congraciarse con una extrema derecha de Israel que ha aprovechado la siniestra acción de Hamas, pretexto suficiente para ordenar un castigo masivo contra la población palestina.

Biden busca frenar que el conflicto Israel-Gaza se convierta en un conflicto regional que puede derivar en una guerra mundial, con actores mucho más peligrosos que el grupo terrorista Hamas. 

Irán, Rusia, China y Qatar han señalado claramente que no dejarían solos a los palestinos. Blinken realizó una intensa labor diplomática en Jordania, Egipto y Arabia Saudita para evitar una escalada bélica, sin lograr convencer a estos países árabes que se consideraban “aliados moderados” de Washington.

Por lo pronto, en su próximo viaje a Israel, Biden anunció que también sostendrá un encuentro con Mahmoud Abbás, titular de la Autoridad Palestina, en un esfuerzo claro de Estados Unidos por restarle a Hamas y a otros grupos armados de la región que ostenten la representación de la contra-ofensiva islámica contra una nación herida como Israel y con un discurso bélico desmesurado que lo asemeja más al genocidio y no a la legítima defensa.

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