Este domingo el presidente de EE.UU, Joe Biden, ha declarado que se baja de la contienda por la Presidencia de los Estados Unidos, esto en la búsqueda de su reelección a la cual tiene derecho como muchos ex Presidentes norteamericanos que se han mantenido en un segundo periodo de cuatro años más, sin embargo para Biden era un tema complicado, no por su edad si no por su estado de salud.
Al interior del equipo de campaña del demócrata existía una fuerte presión por parte de muchos miembros tanto de la Casa Blanca como del Partido Demócrata, pues ya en diversas redes, medios de comunicación y líderes de opinión manifestaban que el Presidente Biden ya no era elegible por diversas acciones que ejercía en eventos públicos donde no se le veía conciso al cien por ciento y se consideraba por lo menos desde el ojo público que su edad o alguna enfermedad no le permitía estar al cien, esto se mencionó desde hace un par de años.
Según artículos periodísticos se menciona que en la última revisión del presidente estadounidense el 9 de julio pasado del 2024 se determinó que tiene una parálisis nuclear progresiva y esto es grave para quien lleva el timón de una nación, incluso para un candidato presidencial y ahora el hacia ambas veces, tema que preocupaba a los simpatizantes demócratas.
El expresidente Trump empezó a ganar más adeptos después del atentado que sufrió el 13 de julio en Pensilvania, incluso había quienes ya lo declaraban el próximo presidente rumbo a la elección del 2024, sin embargo, los Republicanos no contaban con la salida de Joe Biden hoy el tablero puede cambiar de forma sorpresiva.
Desde la tarde de este domingo 21 de julio han emanado un fuerte rumor que la vicepresidenta Kamala Harris o la ex primera dama Michelle Obama podrían ser el remplazo ideal para ir versus un candidato con varios calificativos como Donald Trump.
Imaginemos que en el momento más estelar para la igualdad de género que se está detonando en América los demócratas quieran posicionar a una mujer como candidata, cualquiera de las dos sería la fórmula perfecta para presionar en un debate y apretar social y moralmente a un personaje machista, clasista, racista y como hemos visto que ha tratado a Melania hasta misógino podríamos definirle.
Anteriormente los norteamericanos han tenido la oportunidad de llevar una mujer presidenta a la Casa Blanca, con Hillary Clinton, pero perdió 3 de los 10 estados clave para ganar la elección, esta vez la tendencia de México con la presidenta electa Claudia Sheinbaum podría permear en el voto latino e influir en la perspectiva femenina en los votantes con doble nacionalidad entre México y USA.
Sería un acto de épico de la política moderna internacional ver perder al expresidente Trump frente a una mujer más joven que él, preparada (ambas lo están), que conocen el país pues lo han recorrido y emanadas de familias afroamericanas, “a todo macho le llega una mujer de altura”.
Esperemos que sorpresa nos da la elección, desde ayer el atentado ha pasado a otro plano. Esperemos la decisión de los demócratas.