El mensaje correcto

Hoy en día para ninguno de nosotros en toda Latinoamérica no es una novedad que cada día es más complicado poder diferenciar a un candidato o candidata y llamar la atención del electorado, debido a que se están usando las mismas estrategias en las campañas políticas desde hace muchos años y esto deriva en un hartazgo de las personas que al identificar algún mensaje tradicional o típico de campaña política, pierde la atención o decide ignorarlo. Esto ha llevado a muchos optar por estrategias donde se trata de saturar con la imagen de la o el candidato para poder ser identificados y recordados, pero esta estrategia genera más gastos y ya en ciertos lugares descontento por toda la basura electoral que se genera. De igual forma por esta problemática las estructuras territoriales, si bien son necesarias, cada día son más costosas y menos rentables. 

Por eso en un mundo donde el centro de las campañas son las y los candidatos, donde para tener una campaña exitosa se requiere mucha inversión en publicidad para el posicionamiento y donde la saturación en varios ámbitos de una campaña política es una constante, es necesario dar un giro radical y poder ser disruptivo, para poder generar un diferenciador claro y que obtenga la atención de los votantes.

Por todo lo anterior hemos visto la necesidad de ir al fondo y al inicio de estos males; encontrando la respuesta en los básicos de la comunicación política. Cómo se comentó anteriormente, los ciudadanos se encuentran dentro de un hartazgo y decepción de la política, lo cual deriva a que pierdan interés y no presten atención a este tema, por lo que para contrarrestar esto se requiere tener un mensaje correcto y eficaz para poder tener un puente de comunicación entre los políticos y los electores, si el mensaje que se tiene dentro de una campaña política es el incorrecto se seguirá ignorando y no tendrá la atención necesaria que se busca.

El primer cambio que se requiere realizar en los mensajes tradicionales es quitar el foco de las y los políticos. Los ciudadanos tienen un bloqueo cada vez que escuchan de ellos, ya que gracias a varios personajes de este ámbito que han hecho una mala labor, se han decepcionado y ya no creen en ellos, por la falta de congruencia de algunos y no olvidemos las promesas incumplidas de otros. Por lo que el mensaje debe centrarse y tener de protagonistas a las y los ciudadanos, sus necesidades, sus sueños y anhelos. Cuando una persona escucha algo que desea obviamente pondrá atención, para identificar si hay alguna información que le ayude a obtener eso deseado. 

Segundo, se requiere que la comunicación sea lo más sencillo y clara posible, no son necesarias palabras rimbombantes o rebuscadas para hacer parecer más interesante a la o el candidato, entre más claridad tenga el mensaje mayor eficacia tendrá. Tercero, se requiere tener claridad de qué es lo que se desea con el mensaje, ¿Qué es lo que deseamos que piense o realice la persona que recibe el mensaje? Para poder saber qué estrategia y forma de comunicación se requiere.

Uno de los puntos más importantes es que si o sí se debe resolver un problema dentro del mensaje, por más sencillo que sea, si se propone con claridad cómo resolver un problema que realmente es de interés para los ciudadanos, podrás tener una taza muchísimo más importante de retención y atención de los electores.

Estos son algunos de los primeros puntos básicos que se requieren modificar para poder crear el mensaje correcto para las campañas políticas, en las siguientes entregas de esta publicación ahondaremos en los siguientes puntos.

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