Clara Brugada: vanguardia de utopías y cuidados para la Ciudad de México

La Ciudad de México se sumía en el fervor de la jornada electoral y en medio de las luces del Ángel de la Independencia, se anunciaba la promesa de la celebración anticipada del candidato de la derecha, Santiago Taboada. El panista, quien alzaba sus esperanzas de convertirse en el próximo jefe de gobierno de la capital mexicana, no contaba con que las y los capitalinos le enviarían un mensaje con el cual se vería obligado a cancelar su fiesta de confeti y serpentinas. Este mensaje consistía en un recordatorio firme: la CDMX es y seguirá siendo una ciudad de derechos, no un bastión para la derecha.

Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), la utopía encabeza la victoria de esta elección. Clara Brugada, representante de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” en la CDMX, aventaja al menos por 12 puntos al candidato de la oposición. Definitivamente, esto nos demuestra que la ruta siempre fue Clara.

Brugada, acompañante y militante del obradorismo, personifica un enfoque para la promoción de equidad, justicia social, bienestar, inclusión, fortalecimiento de derechos civiles y sociales, así como la recuperación del espacio público en beneficio de todas las y los ciudadanos, y el impulso de políticas de cuidado y feminismo popular, características de las agendas progresista de izquierda en América Latina.

En este contexto obradorista y de formación feminista progresista, para la ex alcaldesa de Iztapalapa, la justicia social adquiere un significado ético y político, ya que es en el motor para la transformación estructural. Desde este enfoque, busca revertir las políticas económicas, sociales, y culturales que han exacerbado las desigualdades económicas y sociales en la Ciudad de México.

Uno de los proyectos más relevantes y significativos de la agenda de la utopía es poner sobre la mesa a los ‘cuidados’ desde la mirada feminista y el enfoque integral, para que el Estado mexicano cumpla un papel de promotor de sistemas públicos de cuidados. Esto implica posibilitar el reconocimiento y valorización del trabajo de cuidado, principalmente realizado por mujeres, como un elemento fundamental para el funcionamiento de nuestra sociedad.

Además, implica desafiar las normas y los roles de género tradicionales atribuidos a hombres y mujeres, sobre la división sexual del trabajo, para incentivar un reparto más equitativo de las responsabilidades de cuidado e impulsar la participación activa de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y política, así como responder a las barreras de género contra las mujeres y las desigualdades estructurales.

Entre algunas de las políticas del Sistema Público de Cuidados del próximo gobierno de Clara Brugada, no solo se encuentra la implementación de políticas exclusivas de género, sino también aquellas que redistribuyan la riqueza, promuevan la inclusión social, expandan programas de protección social y garanticen el acceso equitativo a servicios públicos como educación, centros de cuidado de niños y niñas, transporte, atención de la salud, salud preventiva, rehabilitación para personas con discapacidades, vivienda, comedores comunitarios, lavanderías, recreación y cultura, casas de bienestar para personas adultas mayores, así como la promoción de acciones para la prevención de las violencias y delitos. También se crearan políticas laborales que protejan a las y los trabajadores, fomenten la autonomía económica de las mujeres y creen empleos con salarios dignos, priorizando a los sectores más vulnerables, para alcanzar la igualdad de oportunidades con el resto de la población.

El papel de Clara Brugada como la próxima jefa de gobierno no solo representa un sinónimo de esperanza, sino también de compromiso con el bienestar de las y los habitantes de la Ciudad de México. Este gobierno tendrá que ser una guía hacia una sociedad más justa, libre y digna. En las manos de Clara, se encuentra un futuro que pueda sostener la diferencia, en igualdad de derechos y oportunidades. Con Clara existe esa posibilidad de que se puedan respetar y apoyar todas las luchas existentes en la capital. Que su llegada a la Ciudad de México signifique el ejemplo de que podemos construir democracia y justicia con y para todas y todos, desde abajo y la izquierda.