Cártel inmobiliario, monstruo de mil cabezas que debemos destruir

La hermosa ciudad de México es la sede oficial del ya bastante conocido cártel inmobiliario integrado principalmente por miembros del PAN y uno que otro perredista como Miguel Ángel Mancera que es militante fundador y destacado de dicho cártel.

El frente conservador impresentable ya no puede negar la existencia y operación de esta mafia que es parte de sus filas, ya hay 16 servidores públicos implicados y señalados en una red de corrupción inmobiliaria, de los cuales, nueve han sido detenidos.

De hecho, esta mafia tuvo su nacimiento y primer apogeo mientras Mancera fue —por desgracia— jefe de gobierno de CDMX de 2012 a 2018, en ese periodo la ciudad se llenó de construcciones enormes que comenzaron a colapsar los servicios del área metropolitana, construcciones derivadas de «polígonos de actuación» manipulados, falsos o totalmente irregulares.

El cártel inmobiliario es un monstruo de mil cabezas: por un lado, se conformó a través del tráfico de influencias que se acostumbraba para facilitar los permisos de construcción, las alcaldías hacían acuerdos oscuros con las constructoras y posteriormente el uso no suelo no correspondía a las construcciones reales; todo esto con la complicidad y respaldo del gobierno central mancerista de la época, promoviendo la proliferación de miles de edificios irregulares con pisos y metrajes fuera de la ley.

Por otra parte, ¿Qué hay del dinero del plan de reconstrucción para las familias damnificadas por el terremoto 2017 y que fue robado por el PAN desde el Congreso de la Ciudad? Así es, desde el Congreso citadino se repartieron moches y negocios en plena tragedia, dejando de lado la atención a la ciudadanía que pasaba por grandes dificultades tras el terrible sismo, son unos carroñeros e insensibles, por decir lo menos. 

Los protagonistas del cártel inmobiliario son varios —en su mayoría panistas, ya saben, la doctrina de los conservadores es la hipocresía—. Quien encabeza esa mafia es Jorge Romero desde que fue alcalde de la Benito Juárez, otro de los líderes es Christian Von Roehrich (exdelegado de Benito Juárez) quien afortunadamente gracias al trabajo de la Fiscal Ernestina Godoy ya fue vinculado a proceso.

Otro de los grandes fichajes del cártel es el alcalde con licencia Santiago Taboada, quien tiene la osadía de contender por la jefatura de la Ciudad de México sin ningún tipo de vergüenza ¿Quién votará por un mafioso de tal calaña? 

A partir del 2021 se demostró la existencia de este señalado cártel, lamentablemente después de una desgracia, ocurrió una explosión en un edificio entre Coyoacán y Benito Juárez. La fiscalía de la Ciudad hizo la investigación pertinente y es ahí donde encuentran las redes de corrupción tejidas por el panismo. Es sumamente doloroso y delicado que ese cártel opere poniendo en riesgo la vida de la gente con algo tan fundamental como la vivienda.

Es por ello por lo que la mafia en cuestión operó incansablemente para que no ratificaran a la fiscal Godoy, porque ella investigó y demostró actos de corrupción de esa red, dio resultados e impartió justicia.  

Ahora, en atención a los graves problemas que la mafia inmobiliaria ha dejado en la Ciudad el pasado 10 de enero el actual jefe de gobierno Martí Batres presentó una iniciativa de reforma al Código Penal para establecer el delito de corrupción inmobiliaria, mediante la inclusión del Capítulo XV y el Artículo 276 Quater, que establece una pena de entre 10 y 20 años de prisión para los servidores públicos que autoricen la construcción de más niveles que los permitidos en las nuevas edificaciones. Se aumentará la pena en una mitad más cuando se pida dinero o departamentos a cambio de las autorizaciones. El fenómeno de la corrupción inmobiliaria ha encarecido el costo de la vivienda y el suelo, además de acabar con los recursos del pueblo. 

Por una vivienda y una vida digna, que muera el cártel inmobiliario.